Bianca
25 junio 2018...
El ligero llanto de mi pequeña Salomé, me obliga a abrir los ojos y levantarme de un golpe. Aquella pequeña está muy acostumbrada a comer a estas horas, así que la levante en mis brazos con cuidado de no lastimarla y la abrazo a mi pecho.
—Buenos días mi pequeña princesa — su llanto va calmándose poco a poco.
—Siempre tan puntual — la voz de mi madre me hace darme vuelta para ver la entrada.
—Buenos días, mamá — la saludo acercándome a ella para dejar un beso en su mejilla — Si, Salo ya está más que acostumbrada a despertar a esta hora para tomar su leche. — sonreí ampliamente mientras observo a la pequeña que tengo en mis brazos.
—Es un amor de niña — mi madre acerca sus brazos a mí, simulando tener un bebé pidiéndome que se la entregue y así lo hago — ¿Cuándo tienen la cita con la trabajadora social? — ella le da el biberón a la pequeña y después me mira.
—El jueves de la semana que viene — agarro mi cabello en una coleta y lo sostengo con una liga.
—¿Los de la casa hogar saben que no vives aquí? — me cuestiona mientras le hace caras graciosas a la pequeña.
—Sí, le comenté a la Señora Sol ayer — me encamino a acomodar mi cama mientras mamá me ayuda a darle de comer a Salo.
Acomodo mi cama, y cuando está terminada mi mamá se sienta en la orilla de la misma y en lo que ella termina con Salo, me dispongo a acomodar las cosas que están mal puesta en la habitación
Unos pasos muy peculiares, me hacen reír y sin mayor demora, el gran ladrido de mi otro bebé, Bailey, se hace presente en la habitación.
—Bailey, Silencio que la niña está queriéndose dormir un rato — le regaña mi madre y en ese instante deja de labrar y se acerca a ella recargando su mandíbula en la pierna de ella.
—Ese perro parece más tu hijo que mío — ambas nos carcajeamos — Te hace más caso a ti que a mí — me encojo de hombros el decir eso.
—Es un perro travieso, por eso lo regaño — los ojos que pone el perro me causan mucha ternura — Pero aun así lo quiero — el canino comienza a mover la cola de un lado a otro.
—Y tal parece que este perro travieso, también te quiere — me siento junto a mi madre y acaricio a mi perro.
—¿Cómo se ha portado con Joseph? — me da una rápida mirada y regresa la vista al perro.
—Bien — asiento con la cabeza — Sorprendentemente, lo quiero, siempre que estamos juntos y abrazados se quiere poner en medio de los dos para recibir su dosis de amor — y como si el entendiera lo que digo, menea su cola y su cuerpo con emoción — Lo trata como si conociera a Joseph de toda la vida — al mencionar el nombre de mi novio, el perro enloquece de emoción. Comienza a buscar por toda la habitación.
—Cálmate, niño peludo — vuelve a decir en alto mi madre y el perro se cuenta frente a nosotros — Hablando de Joseph — me mira de nuevo — ¿Cuándo va a regresar? — frunce el ceño ligeramente.
—Tengo entendido que hoy en el trascurso de la tarde — sonreí con solo recordarlo. Mi madre asiente con la cabeza y se regresa la mirada la pequeña, quien se encuentra con los ojos cerrado y solo mueve los labios para continuar tomando la leche. — Deberás mamá, me dijo Allison que les preguntara si quieren viajar a Nueva York — mi madre me mira confundida. — Se acerca el cumpleaños de los Gemelos y quieren hacerles una fiesta de cumpleaños y como los padres de ambos están en Nueva York, quieren que viajemos todos a haya para la fiesta — asiente con la cabeza concentrada en la pequeña — Es hasta el 10 de julio — acaricio a mi perro y el, recarga su mandíbula en mi pierna. — Además quieren que les hagan el pastel — ella me mira y asiente sonriendo.
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2º Juicio de Amor. Saga Hermosos Amores
RomanceBianca Brown, una excelente abogada que recide en la ciudad de Nueva York. Brad Thompson, un gran empresario en la misma ciudad. Dos personas muy diferentes, que después de haber pasado buenos momentos juntos, donde no sólo el interés de placer est...