Bianca.
—Bianca, cariño es hora de que te levantes, se te hará tarde — mi cuerpo es sacudido mientras la dulce y suave voz de mi madre traspasan mis oídos.
Estoy muy cómoda entre las sábanas de mi cama, que no tengo intenciones de levantarme de ella, al menos no hasta pasadas las 10 de la mañana, y no sé ni qué hora es en este momento, a decir verdad.
—Solo 5 minutos más, mamá — me tapo la cara con la manta.
—Bianca, son las 8:30 de la mañana — y con esas palabras fue más que suficiente, en automático me levante de mi cama, como su tuviera un resorte en el trasero.
—¡Carajo! — maldije mientras me levanto de la cama, agarro mi móvil de la mesa de noche y corroboro la hora — Gracias mamá —le di un rápido beso en la mejilla, y me adentro al baño de la habitación.
Es un jueves 31 de mayo, por la mañana, el día de hoy llega la familia Thompson a la ciudad, debido a que mañana tenemos una reunión de trabajo James y yo en los hoteles Goldstein, toca cerrar un contrato con ellos. Y como James no quería ponerle pausa a su luna de miel familiar, el matrimonio decidir poner en su recorrido al mundo Halifax, estarán unos días aquí y aprovechara para firmar el contrato con la cadena hotelera.
Pero, en fin, había quedado con Allison que llegarían a la casa de mis padres, los cuales están muy felices por ver a los gemelos y conocer al nuevo integrante de la familia Thompson, y por supuesto que a James.
Tengo entendido que llegaran como a mediodía, y por eso tengo que ir más temprano a la casa hogar, es por eso mi prisa.
Bueno, en estos momentos me encuentro entrando a la ducha, ya desnuda, claro, antes puse música en el móvil, porque yo no puedo hacer nada sin música, para todo tengo que estar escuchando música, es como si con ella me concentrará más en hacer las cosas, me relaja, me motiva, y muchas veces me hace bailar y cantar con una loca, simplemente la música es especial para mí, no puedo decir que lo es todo, porque no soy muy buena con los instrumentos, es solo que la música es una parte de mí.
Las melodías, el tono, las notas y el ritmo de la música que emitía la bocina del móvil fueron los que me acompañaron durante mi increíble ducha. La cual había terminado después de 20 minutos, y gracias a ella mi cuerpo se sentía más relajado y fresco.
La playlist seguía sonando en el móvil, me coloque las bragas y el sostén, para después tratar de decidir que me pondría ese día, y debido a que iría a la casa hogar, era necesario que llevara ropa cómoda para poder tener facilidad de moverme, es claro que no podría jugar con los pequeños llevando un vestido, así que opte por unos leggins deportivos negros, una camiseta deportiva de manga corta con tiras cruzadas rosa pálido dejando al descubierto una parte de mi abdomen, me calce mis tenis, cepille mi cabello, me maquille un poco, y por último me hice una coleta.
Cuando finalmente estoy lista, apago la música, y meto el móvil, dinero, labial, y todo lo que creo necesarios en una cangurera camuflajeada.
Y extrañamente hoy me sentía muy feliz, y a decir verdad no es el motivo de esa felicidad, pero, en fin, me dispongo a ir al comedor para poder desayunar con mi familia.
—Buenos días familia — nada más entre al comedor y saludo a mis padres y hermano.
—Buenos días — respondieron al unísono.
—¿A qué se debe tu gran alegría esta mañana, hija? — la paternal voz de mi progenitor me hace sonreír de lado.
—A nada en especial papá, solo me he levantado con el pie derecho — me acerco a él y le doy un fuerte abrazo por detrás.
ESTÁS LEYENDO
2º Juicio de Amor. Saga Hermosos Amores
RomansaBianca Brown, una excelente abogada que recide en la ciudad de Nueva York. Brad Thompson, un gran empresario en la misma ciudad. Dos personas muy diferentes, que después de haber pasado buenos momentos juntos, donde no sólo el interés de placer est...