CAPÍTULO 8

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Lunes por la mañana, hoy es mi juicio de la custodia, con Freddy. Estoy llegando al despacho que tengo en la firma, el juicio es a las 10 de la mañana y en este momento tengo la reunión con Freddy para que podamos afinar detalles de lo que se tratara en el juicio.

Dejo mis cosas en mi despacho, para después dirigirme a la de Freddy.

—Buenos días, Freddy — le digo al entrar a su oficina.

—Hey, hola Bianca — me saluda animado.

—He venido para que terminemos con los arreglos del juicio que tenemos hoy — con un gesto me indica que me siente, y así lo hago.

—Claro — se limita a decir que mientras me entrega una carpeta.

—Revisando la documentación que nos ha dado la señora Connor, me puse a analizar más a profundidad el caso y considero que nuestra ventaja es que existen evidencias del maltrato emocional que han sufrido, no solo los menores, sino también la esposa — él me mira atento a mis palabras.

—Que yo recuerdo no existe un documento que respalde ese dato — frunce el ceño mientras revisa una carpeta.

—Lo sé, pero conozco a una experta en detectar las secuelas del maltrato emocional en los niños con solo estar unos minutos con ellos — por mi mente pasaba el nombre de mi amiga Rosallie. — Tenemos que estar en el juzgado a las 9:30 am, para reunirnos con la señora Connor, si ella nos autoriza que la experta pueda estar un momento con sus hijos — me pongo a pensar un minuto.

—Podríamos pedir autorización al juez para que nos niños pasen al estrado — propone antes de pudiera continuar hablando,

—No estoy de acuerdo con eso — niego con la cabeza. — Son solo niños que ya han pasado por mucho como para que los sometamos a un acontecimiento como lo es estar frente a personas que a la mayoría no van a conocer — le argumento mi desacuerdo — A la que si podemos pasar al estrado es a la experta, ella sería la voz de los niños, y al ser una experta en el tema de los problemas psicológicos de los niños, respaldaría más el maltrato emocional por el que pasan los niños — le explico mi punto de vista.

—Muy bien, entonces puedes contactar a la persona que dices para que nos alcance en el juzgado — toma el teléfono de su escritorio — Voy a hacer que mi asistente contacte a la señora Connor para que se pueda reunir con nosotros antes de la hora acordada, así tendremos más tiempo de entregar una evidencia escrita — me limito a asentir con la cabeza.

—Iré a mi oficina para poder comunicarme con la persona que te digo — él solo asiente con la cabeza y comienza a hablar con su asistente.

Me adentre a mi oficina, me siento en la silla giratoria del escritorio y posteriormente me dispongo a buscar mi móvil, en cuento doy con aquel aparato marco el número de Rosallie. Me llevo el móvil al oído y al tercer timbrazo contesta.

—Buenos días, Bi — dice muy animada — ¿Cómo amaneciste? — me pregunta al instante.

—Buenos días Ross — le suelo decir así de cariño — Muy bien ¿y tú que tal? — le regrese la pregunta.

—Perfectamente bien —su alegría y entusiasmo me parece sospechoso — Y dime ¿a qué se debe tu llamada a esta hora de la mañana? — me pregunta con la misma intensidad.

—Tu tono de voz y tu entusiasmo me hacen imaginar a que se debe tu alegría de esta mañana — le digo en tono burlón — Esta Michael contigo ¿Cierto? — suelto una ligera carcajada — No me conteste, te apuesto 100 dólares a que has pasado una noche desenfrenada con él en tu apartamento — suelto otra carcajada burlona.

2º Juicio de Amor. Saga Hermosos AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora