𝗚𝗨𝗘𝗥𝗥𝗔 𝗗𝖤 𝖠𝖫𝖥𝖠𝖲 ; ITZY x ChaeRyeong

𝗗𝗜𝖷-𝗡𝗘𝖴𝖥

ChaeRyeong luego de hablar con su hermana subió las escaleras hacia su habitación, realmente se sentía confundida, no quería lastimar a nadie y eso le dolía más a ella que a las alfas —o eso suponía— y realmente no quería sentirse de ese modo. Se recostó en su cama, siquiera había encendido la luz, haciendo que simplemente estuviera en la oscuridad mientras miraba el techo e intentaba respirar con normalidad ante el ataque de sus lágrimas que querían salir. Realmente estaba frustrada y odiaba todo eso.

Apretó sus labios y miró su celular, había varios mensajes que no había leído y que no planeaba leer, también otro par de notificaciones y alguna que otra actualización. Se sentía cansada, sentía que no valía la pena que esas alfas intentarán cortejarla. Su pecho comenzaba a doler y había un vacío inexplicable allí. Dejó su celular caer al suelo, haciendo que este golpeara uno de los peluches que allí había. Ella no deseaba elegir, ¿no era más fácil que las alfas escogieran por ella?

Sakura miró a ChaeYeon y suspiró, para luego subir las escaleras y acercarse a la habitación de la menor. Ella se sentía mal al ver de ese modo a su alfa y a la pequeña omega, su corazón dolía y no sabía cómo ayudar.

— Chae, ¿puedo pasar? —La menor simplemente alzó su mano en aprobación, haciendo que la mayor se adentrará y se sentara en la cama.— No creo que debas elegir Chae —Murmuró, haciendo que la menor la mirará— Escucha a tu corazón, guiate por lo que tu animal interno sienta que es lo mejor para ti, presta atención a los pequeños detalles.

— No puedo —Susurró.

— Si puedes Chae, sólo debes intentarlo, deja de atormentarte y no escuches a ChaeYeon, sé a lo que ella se refiere, pero no te sucederá a ti. —Acarició la cabeza de la menor— No harás sufrir a nadie con tu decisión, no harás que nadie pase por eso porque son ellas las que están esperando que hables.

— Tengo miedo —Murmuró.— Y estoy realmente confundida. —Cerró sus ojos y suspiró.

— Sólo recuerda como eras antes de conocer a esta alfa, recuerda lo bien que te sentiste la primera vez que estuvieron juntas, intenta recordar lo bien que te hicieron sus palabras y lo especial que logró hacerte sentir con tan solo mirarte. —La menor abrió lentamente sus ojos, sólo una de esas alfas había pasado por su cabeza en ese momento.— Recuerda lo bien que te trató desde un principio.

ChaeRyeong se sentó en la cama, haciendo que Sakura la mirará un poco sorprendida.

— Gracias unnie —Abrazó a la mayor y salió corriendo de su habitación, para luego bajar las escaleras y abrir la puerta con apuro.

— ¡Chae está lloviendo! —Gritó ChaeYeon al ver a su hermana salir de la casa, ChaeRyeong iba a volver por un abrigo, pero simplemente ignoró eso y continuó corriendo ignorando los gritos de su hermana.

La omega se sentía emocionada, pero al mismo tiempo un poco ansiosa y preocupada, seguía un poco confundida pero le encantaba la idea de saber quien sería su pareja. Apretó sus ojos al sentir como casi caía al suelo, pero logró mantenerse de pié y corrió un poco más rápido. Golpeó la puerta y mordió sus labios esperando que abrieran, ¿por qué parecía que demoraban tanto en abrir la puerta? ¿Era normal sentirse tan ansiosa y emocionada al mismo tiempo? Movió sus piernas y golpeó un par de veces más, ahora simplemente esperaba que alguien estuviera en casa.

La puerta se abrió y logró ver a la alfa, quien demoró un par de segundos en ver que la omega estaba completamente empapada.

— Chae, ¿qué haces? —Frunció el ceño y jaló a la omega hacia el interior de la casa, para luego ir por algunas toallas y cubrirla con estas.— ¿Qué hacías afuera? Puedes enfermarte —Regañó la alfa, haciendo que la omega asintiera repetidas veces

— Yo —Tomó aire— Lo siento, pero —Apretó sus labios al no saber qué decir en ese momento, estaba tan emocionada que simplemente había olvidado cómo decirle a la alfa que la había escogido a ella.

— Chae, ¿qué sucede? ¿pasó algo malo? —Acercó sus manos a los brazos de la omega para luego frotarlos en un intento de que la omega dejara de temblar un poco.

— No, no, no —Negó con su cabeza— No es malo, no paso nada malo, pero-

— Espera, ven, estaba cocinando y no quiero cenar algo quemado —Movió su cabeza y caminó hacia la cocina con la omega caminando detrás de ella.— Estás mojada —Recordó— Déjame buscar algo.

— P- —Suspiró al ver a la alfa alejarse de allí.