Capitulo Doce

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De los  cien libros que debía restaurar ya podía decir que tenía veinte y siete listos quizás ya mañana agregaría uno más a su lista realmente deseaba dejar treinta o quizás treinta y cinco libros listos antes de irse a Edimburgo a pasar esas sema...

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De los cien libros que debía restaurar ya podía decir que tenía veinte y siete listos quizás ya mañana agregaría uno más a su lista realmente deseaba dejar treinta o quizás treinta y cinco libros listos antes de irse a Edimburgo a pasar esas semanas con lady Campbell, sabia que era importante para Duncan, pero también para su orgullo tener todo listo, no deseaba darle en el gusto a aquel hombre, ella debía cumplir con los plazos que se autoimpuso, su fecha limite para tener todo listo era la llegada de la primavera y debía lograrlo como fuese ya estaba en la quincena de noviembre y partiría en su viaje el dos de diciembre y volvería después dos días después de su cumpleaños en enero – debo continuar se froto lo ojos levanto la tasa de te y bebió un poco para despejar su mente y otorgarle energía

Duncan estaba parado en la puerta de la biblioteca mirando con intensidad a Bonnie - Buenos días señorita McAllen – hizo una seña a unos sirvientes, estos pasaron con unas bandejas llenas de pastas dulces y otra con una bandeja con una tetera de plata y dos tazas de porcelana – déjenlo todo en la mesa y se retiran

- Gracias – le sonrio a los sirvientes – son muy amables

- De nada señorita McAllen

- Les quería pedir que estuviesen atentos hoy llega más material para mi trabajo y o necesito urgente

- Vayan al pueblo a buscarlo ahora mismo y le expresan al dueño de la tienda que haga otro pedido igual a este

- Inmediatamente su excelencia – los sirvientes salieron rápidamente para cumplir con las ordenes de su laird

- Quizás ...debería aprender a dar las gracias y pedir por favor

- Si tu no te fueses a casa de mi abuela, me podrías enseñar a ser mas gentil con todos no crees

Bonnie oculto una sonrisa a Duncan se le estaba haciendo costumbre bromear con ella – debería contratar a un profesor o una institutriz para que le enseñen ...yo me dedico a los libros no a dar lesiones

- Según recuerdo tú – sonrió- mencionaste que soy un déspota que jamás pide por favor y mucho menos da las gracias

- Así es – lo miro con determinación

- ¿Lo sigues pensando?

- Tengo la prueba de hace unos segundos dio ordenes sin pedir por favor o mucho menos dar las gracias...así que la respuesta es si, aun lo creo

- Está claro... la solución es que tu me enseñes a ser más gentil, más amable – la observo abrir y cerrar la boca como un pez y le pareció tan tierna, tan inocente – que me enseñes a pedir por favor – dio un paso y se acerco a ella – a dar las gracias – dio otro paso mas cerca, hasta casi que sus cuerpos se rocen – tan solo debes desechar la idea de ir con mi abuela... y quedarte a mi lado – pudo ver como las pupilas de Bonnie se dilataron un poco y más que nunca odio sus lentes, porque no le dejaban ver la belleza de sus ojos

Cautivando al ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora