Capitulo Quince

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Bonnie observaba a las parejas bailar desde una columna, ella a pesar de haber tomado un sinfín clases de baile, para complacer a Lady Agatha,  jamás fue capaz de bailar sin terminar pisando a su pareja y los gritos de reproche de su profesor se l...

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Bonnie observaba a las parejas bailar desde una columna, ella a pesar de haber tomado un sinfín clases de baile, para complacer a Lady Agatha, jamás fue capaz de bailar sin terminar pisando a su pareja y los gritos de reproche de su profesor se lo recordaban el hombre se ponía furioso y le decía que ella era una torpe sin ritmo alguno y que haría muy bien en jamás pisar una pista de baile si apreciaba al caballero en cuestión – sonrió de forma triste – es mas si no lo aprecias tampoco bailes con cualquier caballero porque tus pisotones son una tortura horrible -¿Qué se sentira poder bailar?

- Quizás si lo intenta lo averigüe mi Lady – sonrió galantemente

Bonnie se dio la vuelta y pudo a Márquez Arterberry – su excelencia – hizo una reverencia perfecta - ¿Cómo se encuentra?

- Perfectamente Mi lady – se acerco un poco, como si desease contarle un secreto - ¿usted no baila? – levanto la vista y observo a las parejas danzar elegantemente

- No – al igual que Dominick, ella miro a las parejas con un brillo de deseo

Dominick pudo percibir ese brillo y sintió deseo de hacer que sus ojos brillasen de felicidad no de añoranza por algo que se desea pero no se puede obtener - ¿Por qué no baila entonces?

- Soy una pésima bailarina – bajo la mirada apenada

- ¿Cómo sabe eso? – la miro serio

- Pues mi profesor de baile me lo decía a gritos cada vez que yo lo daba un pisotón – se cubrió la boca al darse cuenta de la indiscreción que cometió – lo siento no debí decir eso

- ¿Por qué no?

- Por que dudo que a su excelencia le interese

- Dominick

- ¿disculpe?

- Mi nombre es Dominick

- Se cual es su nombre su excelencia, pero no es decoroso tratarlo así mucho menos frente a tantos invitados, pueden pensar mal

- Lady McAllen ¿jamas volvió a bailar después de escuchar a aquel nefasto instructor?

- No – desvio la mirada – no deseo lastimar a nadie, aquel hombre le dejo muy claro que su mayor problema era su peso, que no era como las delicadas y frágiles damas que si propinaban un pisotón a sus parejas tan solo seria como una leve brisa un dolor inperseptible, pero ella, ella seria capaz de destrozar el pie de su acompañante

- ¿no desea intentarlo? – Dominick hizo una reverencia y tendio su mano para que Bonnie aceptase bailar con él

Bonnie se dio cuenta que varios pares de ojos los observaban y sabia perfectamente que su rechaza al Marques seria un escandalo, pero también provocaría otro escandalo cuando el pobre hombre saliese gritando por el dolor en sus pies – su excelencia – miro a todos lados y le susurro – no deseo lastimarlo

Cautivando al ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora