Smile F. Love あ・Kookmin

08✘

- ¡Mmmxlio! ¡Mmongi! ¡Jnkk!

Por más que Jimin intente gritar, nadie lo puede escuchar. Sus labios fueron sellados con una cinta gris, su cuerpo atado a una silla y lo único que recuerda es que rumbo a la empresa dentro de un taxi un auto negro se puso en el camino y por más que quiso escapar, los tipos lo desmayaron.

Y todo esto le sucede, por querer ayudar a su hermano.

-Hasta que despiertas

En cuanto Jimin escuchó esa voz, levantó la mirada. Se encontró a un hombre que entraba por la puerta y le fue imposible ver su rostro porque el chico portaba una capucha negra.

Quieto, Jimin no le quitó la mirada de encima y menos cuando caminó por todo el lugar de lo más normal.

-Bien -El chico le habló, al ponerse enfrente de este -Te quitaré la cinta, pero cuidado con pasarte de listo porque te vas arrepentir ¿De acuerdo?

Jimin asintió de inmediato, poco a poco retiraron esa cinta de sus labios y pudo recobrar su aliento, acató la orden del hombre y se quedó callado con la mirada algo baja, pero al alzarlo, ese tipo estaba en la mesa del rincón, llenando lo que parecía agua en un vaso de cristal.

-¿Tienes sed?

Jimin no respondió, sí se negaba el tipo podría molestarse o sí decía que si, estaría al borde de la muerte.

-Tranquilo -pero el chico bebió del vaso, con naturalidad- sólo es agua

-¿Donde estoy? -Le preguntó Jimin, con voz baja- ¿Por qué me tienes aquí?

-Yo sólo hago mi trabajo -El chico se volvió acercar para acariciar el cabello rubio de Jimin - No sé quien sea el que me pagó, pero parece que tiene buen gusto

Jimin no hizo nada para detenerlo, ni siquiera cuando se sentó enfrente suyo para seguir mirándolo con una sonrisa burlona.

-Park Jihon -Comenzó a decir, sin dejar de contemplar su belleza - Veintitrés años, escritor, bailarín, dueño de una tienda no muy reconocida, pero comprometido con Jeon Jungkook, el empresario de restaurantes lujosos, marcas de vinos y licores valoradas en miles y miles de dólares, sin duda llevas la mejor vida

- Por favor, dime dónde estoy - Se lo suplicó el rubio, comenzando a tener miedo - ¿Estoy secuestrado?

-Algo así. Pero tranquilo, te la vas a pasar muy bien

-¿Cómo que me lo voy a pasar bien? ¡no!

-Cállate -Se lo ordenó, molesto - sino quieres que le pase algo a tu familia

Jimin apretó sus labios de inmediato, se asustó de tan sólo pensar que su abuela y Jihon puedan estar en peligro por su culpa.

-Haremos esto -De inmediato, el chico sacó de su pantalón un teléfono -Vas a llamar a la mansión, vas a pedir la suma que te diré a continuación y sino lo haces, terminarás muerto en un callejón

Jimin al escuchar eso, su rostro palideció. Jungkook era la primer persona que lo quería muerto y al saber que esta en peligro, no daría nada para salvarlo, así que si, es hombre muerto.

-Adelante, quiero escuchar a tu prometido rogando por tu vida

🍃🍃

Esta mañana, Jungkook se encontraba más irritado que de costumbre, nadie se atrevía a pasar ni por la puerta de su oficina y es que los rumores de que Jihon al fin lo abandonó, se esparció como gripe en toda la empresa.

El pelinegro siempre pensó que cuando ese día llegara no le iba a importar en lo absoluto, sólo lo usaba para tener la herencia, pero en estos momentos estaba muriendo del enojo, nadie le veía la cara, así que cuando encontrara a Jihon le iba a partir la cara junto con su amante.