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-¡No! -Y gritando, el rubio despertó. Observó a sus costados con miedo, pero lo único que hizo, fue volver a caer sobre su almohada -Mierda

Ayer en la empresa, Jimin quiso pedirle al pelinegro que fuera su fotógrafo, pero cuando estuvo apunto de entrar al elevador, sin querer, se tropezó con la secretaria derramando el café.

Y no en el suelo, sino en Jungkook.

Lo único bueno de todo eso es que el café era frío porque sí fuera todo lo contrario, estaría muerto.

En ese momento Jungkook venía saliendo de su empresa para cerrar un negocio, pero con la camisa blanca de manga larga echó un desastre tuvo que regresar a su oficina para cambiarse, Jimin se ofreció ayudarlo y cuando los dos entraron a la oficina todo parecía ir de lo más normal, no era la primera vez que el rubio lo miraba sin camisa así que pudo soportarlo, pero de un momento a otro, la lejanía se fue haciendo cercana hasta terminar juntando sus frentes.

El momento se fue haciendo tan intenso que sus labios comenzaron a rozar, demostrando que deseaban algo más que chocar sus simples alientos.

Estando ambos inconscientes, Jimin acarició el cuerpo marcado de Jungkook, mientras que este, acarició las caderas del rubio con ambas manos.

Estuvieron un buen rato así, tocándose y deseando besarse, hasta que Yoongi entró porque tardaban demasiado en cambiar a Jungkook.

Ni siquiera le dijo lo del principio, porque cuando pasó aquello decidió regresar a la mansion casi corriendo, pero ahora que despertó, se dio cuenta de algo.

Jungkook no estaba a su lado.

Pero antes de pensar en donde demonios se fue, se fue al baño hacer sus necesidades.

Cuando terminó, además de tomar una ducha, salió vestido con una bata para buscar en su closet una muda de ropa, pero cuando lo abrió, se dio cuenta de algo más, Jungkook no fue a trabajar.

Siempre que el chico tomaba uno de sus trajes impecables, uno de ellos se caía, demostrando que aún seguía en la mansión.

Saliendo con la bata, su ropa interior puesto y con la toalla alrededor de su cabello, Jimin salió a buscarlo.

Pero cuando abrió la puerta, sus ojos se abrieron del susto, Jungkook estaba entrando a la habitación.

Y por primera vez sintió que el corazón se le iba a salir de lo rápido que le palpitaba, intentó decir algo, justificar lo que pasó ayer, así que sus labios se quedaron semi abiertos, pero no dijo nada y menos, cuando Jungkook lo esquivó para entrar como sí nada.

Estando en la puerta, Jimin lo observó en silencio, este sacaba uno de sus trajes y un par de zapatos, volvió acercarse para salir pero el rubio lo tomó del hombro para detenerlo.

-Jungkook -lo nombró, con voz baja -Lo que...

-Se me hace tarde para el trabajo -pero el pelinegro lo interrumpió -suéltame

En cuanto Jungkook se fue de la habitación, Jimin se quedó solo y muy confundido.

Creyó que todo por lo que pasaron cambió un poco el humor de Jungkook, pero no, era el mismo chico distante, frío y cortante que conoció desde el primer día.

No pensando más en eso, Jimin mejor se apuró en arreglarse, tomó sus prendas y empezó a ponérselos de lo más normal, aunque de pronto, recordó lo del fotógrafo.

Arreglado, casi salió corriendo de la habitación para buscar a Jungkook antes de que se fuera, pero cuando lo hizo, al mismo tiempo el chico salió de su antigua habitación.

Smile F. Love あ・KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora