Aron ListRecargo mi espalda contra el asiento de madera acolchonado, cruzado de brazos, en tanto reparo el niño que no para de lloriquear como nena frente a mí, joder, me estresa. Lean se acerca tomando una malteada y con una bandeja con hamburguesa, papas, refresco y helado de chocolate, la cual deja frente al niño, el cual ni se inmuta en mirarla.
—Deja de llorar, maldita sea.—Espeto cabreado viéndole, lo cual solo acelera sus lágrimas.
—No seas tan agresivo con el niño, no te conoce es comprensible que actúe así. —Vocifera Lean acariciando su cabello lo cual me lleva a rodar los ojos. —Es muy probable que sea mi sobrino, ¿Puedes dejar de ser tan cabrón? por dios.—Continua, exasperándome más de lo que ya estoy.
—Por favor, llévame con mi mami. —Pide observando el rostro de Lean, el cual le sonríe, para luego agacharse a su distancia.
—Te prometo que si dejas de llorar y te comes todo lo que compro tu posible papi, lo haré. —Le dice en un tono suave. El niño cuyo nombre no tengo idea, remueve sus lágrimas con mala cara.
—Él no es mi papi. —Refuta cruzándose de brazos, tomando mi misma postura lo cual me hace respirar hastiado. —¿En serio lo prometes? ¿Si me como todo me llevarás con mi mami? — Inquiere con un atisbo de ilusión.
Conseguir su dirección, fue tan fácil y simple como un chasquido de dedos, llevármelo de aquel colegio fue lo más dificultoso ya que empezó a gritar como niño rebelde, pero a diferencia de ahora no se permitió llorar cuando estábamos con su maestra, a la cual tuve que endulzarle el oído para poder sacarlo de allí sin problemas.
—Si, te lo prometo. —Asegura Lean con una sonrisa, que casi me provoca vomitar.
Tan pronto salimos del colegio, me encargué de cortarle un riso de su cabello el cual envíe a una clínica hace unos 20 minutos, análisis del cual estamos esperando los resultados. El mocoso empieza a degustar la comida, lo cual me lleva a volver a rodar los ojos.
—¿Cuál es tu nombre? —Pregunto apoyando mis brazos sobre la mesa.
—Es Ewan Jackson. —Responde Lean ya que el niño me ignora totalmente, lo cual juega con mi muy poca paciencia.
—¿Cuál es el nombre de tu supuesto padre? —Cuestiono esperando que esta vez si responda, pero el muy bastardo no lo hace. —Escucha niño, —Me inclino captando la atención de sus ojos los cuales son muy parecidos a los míos, ver su rostro me reitera que es proveniente de mí sin duda y que no necesito ningun puto análisis, pero... ¿Y ahora qué joder? —En cuanto yo hago las preguntas, tu las respondes, a no ser que no quieras volver a ver a tu mami. —Aclaro provocando que sus ojos se vuelvan a llenar de lágrimas. —Así que dime, ¿Cuál es el nombre de tu supuesto padre? —Vuelvo a preguntar.
—¿Del abuelo? —Inquiere él con su voz con miedo.
—De tu padre. —Replico entre dientes, realmente me estresa.
—No lo sé... —Responde encogiéndose de hombros.
—¡Bingo! —Exclama Lean tomando al niño y tirándolo a arriba. —¡Si es mi sobrino, no tengo dudas, nunca las tuve y no necesito esos análisis! —Continúa gritando llamando la atención de todos.
—Ya bájalo maldita sea. —Articulo molesto. El mocoso frunce su ceño observando a Lean como si estuviera loco y realmente lo está. Los análisis solo eran para asegurar lo que ya tenía y tengo claro, que me hayan mentido con una mamada como esa lo deja en evidencia. —¿Entonces quién es ese zoquete con el que andaban tú y tu madre? —Indago tomando mi celular del bolsillo.
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Dulce, cruel y amargo destino || Libro 2 ©
Novela JuvenilLa vida de Emma, rodea más de los 180 grados, con una nueva y pequeña aparición. Cuatro años fueron más que suficientes para que miles de cosas cambiarán por completo su destino. Libro #2