Emma Jackson
Me remuevo incómoda sobre el sofá, mientras observo a mi bebe dormir, me siento sofocada, desesperada, sumamente preocupada y desde que el hijo de puta de Aron salió de aquí mis ansias y nervios han aumentado al doble. Me pongo de pie y voy hasta el baño, echo agua en mi rostro una y otra vez en un intento de calmar mis ansias pero obviamente no sucede, procedo a quitarme todo y me meto a la ducha mojando todo mi cuerpo con el agua tibia de la ducha, mi cuerpo se relaja un 0,5 por ciento, vuelvo a colocarme todo y salgo volviéndome a sentar en el jodido sofá, no voy a dormir en su cama o lo que sea que sea, no es posible que pueda pegar un puto ojo con tantas cosas en mi cabeza.
El fuerte gruñido en mi estómago me recuerda que no he probado nada en todo el estúpido día, no tengo idea de que puta hora es, ya que tan solo me vine con lo que traigo puesto. Ni siquiera me he molestado en intentar escapar, estoy segura de que aquel grandulón continúa afuera y con Aron cerca tampoco creo que sea posible, además de que ¿Qué más da si escapo o no? Ya sabe donde vivo, sabe todo de mí y de mi bebé y si no me encontró antes fue por que no se molestó en buscarme, lo cual me confunde y molesta en sobre manera, ¿Para qué carajos viene a joder ahora? ¡Maldita sea, si que es un cabrón!
Abro la puerta con cuidado, me aseguro de que los pasillos estén vacíos y la oscuridad que los arropa me da paso para salir, aun así gateo hasta llegar a las escaleras, la cual bajo despacio, pero mi intento de no hacer ruido queda en el olvido en cuanto me tropiezo y me voy de bruces por la escalera, el dolor en mi tobillo vuelve alojarse, observo a todos lados nuevamente, no escucho a nadie venir por lo que me apresuro a llegar a mi objetivo, ubico la enorme y lujosa cocina blanca y voy directo al refrigerador, no es algo propio de mí el tomar las cosas de otros pero justo ahora mi estómago me lo exige, la despensa está completamente surtida, tomo el galón de jugo de arándanos el cual es mi favorito del refrigerador, saco jamón, queso, mayonesa y tomo una de las fundas de pan de encima del refrigerador, preparo todo rápido, me sirvo el jugo en uno de los vasos y me preparo para darle el primer mordisco al sándwich, lo cual queda a medias en cuanto veo a Aron bajar las escaleras con ambas manos dentro de su pantalón chándal.
—Sales, gateas por los pasillos como si fueras un jodido gato, te vas de bruces en la escaleras, ¿Solo para venir a prepararte un sándwich? —Suelta burlón mientras se acerca dejándome en completo shock y con una vergüenza de los mil males.
—¿Tú cómo sabes eso? —Inquiero dejando el sándwich sobre el pequeño platillo frente a mí.
—Tengo cámaras en cada mínima parte del apartamento. En cada mínima parte Emma... —Recalca fijando sus ojos en los míos y mi maldita dignidad cae al suelo.
—¡Eres un idiota! —Chillo escandalizada, lo cual lo lleva a reírse con burla nuevamente.
Se apoya contra el mesón sin quitarme los ojos de encima lo cual empieza a incomodarme, me vio caer como estúpida por las escaleras, me vio desnuda joder, el que me haya visto antes así no le resta nada a la vergüenza y poca dignidad que me cargo.
—Si no te has fijado no es mi problema. —Espeta encogiéndose de hombros.
—Estamos en plena madrugada, ¿Cómo rayos es qué estas despierto a estás horas viéndolas? —Cuestiono y él levanta su ceja ante mi alegato.
—Es mi casa, son mis cámaras y las observo cuando quiero. —Expulsa tomando el vaso donde me serví jugo y se toma más de la mitad con mis ojos en su encima.
—Estabas espiándome. —Escupo y se atora con el jugo.
—Si que ha crecido tu imaginación. —Vocifera rodando sus ojos, alarga su mano para tomar el sándwich que prepare pero lo tomo del platillo antes.
—Este es mío. —Bramo como niña pequeña. —Si quieres uno preparatelo tú o pídele a tu novia que lo haga. —Digo y él muy idiota se ríe.
Le doy un mordisco al sándwich y en dos pasos está sobre mí con sus dientes clavados en el sándwich, se separa masticando mientras el pedazo que tome permanece en mi boca a medio masticar.
—Quiero del tuyo. —Articula apoyando su mano contra el mesón. —Así como quiero de tu jugo. —Menciona con una sonrisa de medio lado y no puedo evitar el que mis pensamientos se vayan lejos. —De arándanos. —Termina de decir ante mi fuerte cambio de expresión y lo empujo con ambas manos.
—Te voy a pedir de por favor que no invadas mi espacio personal. —Advierto tomando los utensilios, preparo otro sándwich bajo su atenta mirada y se lo entrego en cuanto termino, lo toma con su sonrisa descarada pintada en su rostro.
No dice ni agradece nada, simplemente empieza a comer con sus ojos en mi rostro. Mi estómago vuelve a gruñir.
—Come. —Me dice apartándose a un lado y tomo mi sándwich y empiezo a comer, no por que él me lo pida, si no por que mi estómago lo sigue demandando. Termino y tomo jugo en otro vaso.
Coloco todo en su lugar y en cuanto volteo en su dirección está cruzado de brazos observándome con seriedad.
—¿Qué vas hacer? —Inquiere confundiéndome. —Todo lo que dije sobre el niño va en serio. —Espeta, volviendo mi humor mierda nuevamente.
—Me voy a mudar. —Expreso soltando un suspiro. —Lo iba a hacer de todas formas, así que no vuelvas a joderme con eso. —Bramo irritada.
—Bien, el piso de arriba está vacío, ya hablé con el dueño y puedes mudarte allí. —Escupe dejándome más irritada.
—¡No voy a mudarme aquí! —Exclamo caminando hacía la sala.
—Es una de mis otras condiciones. —Replica molesto y...
—¿Condiciones? ¿De qué rayos hablas? —Indago haciendo uso de mi vulnerable paciencia.
—Sí, condiciones. —Replica caminando hacia mí. —Número uno, vives en ese piso, solo tú y el niño, dos el niño se queda aquí los fines de semana, tres podré visitarlo siempre que me plazca y número cuatro nada de padrastros para mi hijo. —Escupe el muy descarado y no puedo creer que pida esas absurdas condiciones.
—No voy aceptar, no puedes manejar mi vida a tu antojo. —Articulo viendo sus ojos. —Te lo dije y te lo repito Aron. —Me acerco a él cruzada de brazos. —No soy la misma Emma estúpida niñata que conociste, denigraste, humillaste y engañaste como boba, así que baja ya de esa maldita nube que te hace pensar que voy a hacer lo que me exiges. —Espeto y por su expresión puedo notar que mis palabras lo han tomado por sorpresa.
—Me valen mierdas tus imposiciones, lo que estoy demandando es por la relación de padres que debemos mantener y si no las cumples olvídate de tener a tu hijo. —Responde desafiante.
—¿Por qué ahora? ¡¿Por qué quieres venir a joder nuestras vidas ahora, maldita sea?! —Le grito sin poder controlarme, molesta.
—No me preguntes las mismas mierdas, sabes bien por que, no me has... —El sonido de las alarmas de una patrulla corta sus palabras. Aron rueda sus ojos fastidiado al instante. —¡Hijo de puta, voy a terminar eliminándolo! —Grita cabreado.
Y solo bastan dos minutos para que dos guardias, acompañados del imbécil musculoso y Adam invadan el apartamento de Aron.
Esto no es una solución para mí, el que haya venido con estos policías solo implica más problemas.
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Dulce, cruel y amargo destino || Libro 2 ©
Teen FictionLa vida de Emma, rodea más de los 180 grados, con una nueva y pequeña aparición. Cuatro años fueron más que suficientes para que miles de cosas cambiarán por completo su destino. Libro #2