Capítulo 7||

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Emma Jackson

Observo desde las escaleras a papá parado frente al mesón de la cocina teniendo una trivial conversación con Ewan, quien esta sentado sobre dicha repisa comiéndose un sándwich, mientras Amelia prepara más. Termino de bajar las escaleras y me acerco hasta ellos, captando la atención de todos.

-Te ves hermosa cariño, estamos preparando algo de comer, ¿Quieres que te prepare un Sándwich? -Me dice Amelia en cuanto fija su mirada en mí, sin dejar de hacer lo suyo, yo niego con una sonrisa sin mostrar mis dientes, y susurro un leve gracias bajo. Los ojos verdosos de Ewan se mantienen sobre mí, con un gesto de confusión en su rostro.

-¿Por qué estas vestida así? Vas a enfermar. -Reprocha, sonrío, y me acerco hasta remover su cabello, provocando que su gesto se transforme en uno molesto. -Me estas despeinando... -Se queja, sacandonos una sonrisa a todos. -Yo y el abuelo jugaremos vídeo juegos. -Me suelta con suma emoción, con un leve brillo reflejado en sus ojos. Recién esta tarde Adam le regalo un vídeo juego de Mario bros a Ewan bastante fácil y manejable para su edad, por lo cual esta súper alegre y no deja de sonreír, alegría la cual sin duda me contagia a mí y a papa, quien no sabe nada de el encuentro con Aron aún, le pedí a Adam y Amelia que no le comentarán nada, ambos no se mostraron muy de acuerdo pero aún así respetaron mi decisión.

-El abuelo y yo. -Le corrijo sin poder evitarlo. Él frunce su ceño al instante.

-¿Y yo no? -Pregunta de inmediato, provocando que papá, Amelia y yo riamos.

-Tú sí cariño, quiero decir la forma en que se dice, pero bueno, estas muy pequeño para entenderlo, luego lo entenderás. -Le respondo, sin dejar de sonreír. Él mantiene su rostro confundido por tan solo unos segundos, luego encoge sus pequeños hombros y continúa comiendo.

El particular pitido del auto de Hash llega hasta mis oídos.

-Ya me voy, estaré aquí en dos, quizás en una hora. -Aviso, mientras deposito un beso en la frente de Ewan, el cual él limpia, por lo que vuelvo a besarlo.

-Bien cariño, diviertete, y no tomes mucho alcohol. -Me dice mi padre y asiento para después salir con apuro, en cuanto escucho el segundo pitido del auto de Hash.

Papá y Amelia estuvieron totalmente de acuerdo y muy felices de que saliera a divertirme por lo menos una noche, mi vida desde que llegué aquí solo se ha basado en casa, universidad y hospital cuando me tocaban citas.

Salgo caminando algo incómoda con mis tacones, no tienen nada de plataforma, fueron un regalo de Amelia y hoy es la primera vez que los utilizo. Un vestido verde algo corto se cierne a mi cuerpo como otra piel, resaltando algunas de mis curvas y haciéndome lucir sumamente bien, tenía bastante tiempo que no me arreglaba así, mi cabello tan solo lo planché y dejé suelto. El rostro sonriente de Hash desde adentro de su coche, me hace sonreír igual.

-Te ves genial... -Susurra con sorpresa.

-Gracias, sin dudas tú también. -Respondo con sinceridad.

-En serio, ¿Dónde dejaste a mi amiga con personalidad de ángel y apariencia de vagabundo? -Inquiere haciéndome rodar mis ojos.

-No exageres. -Respondo frunciendo levemente mis labios, los cuales están pintados de un color vino intenso, en serio me encanta ese color.

-No exagero y ya súbete, según Kell la casa esta inundada de chicos guapos. -Dice cambiando su voz a una más alegre, suspiro, hago caso a sus palabras y me subo a su auto de inmediato.

...

-En serio recuérdame no subirme contigo jamás. -Reprocho bajando de su auto, con la mano puesta en mi estómago, a punto de vomitar.

Dulce, cruel y amargo destino || Libro 2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora