Historias KSB

Distancia

La distancia es mucha y mi alma llora.

Ya ha pasado bastante tiempo, desde la última vez que vi tus ojos, desde la última vez que probé tus labios.

Déjame amarte en palabras, oler el humo tóxico de tu cigarrillo en recuerdos, trasladarte aquí conmigo en esta noche.

Estoy cansado, pero no tengo sueño. Lo que me entristece todavía más, ya que ni siquiera puedo abrazarte en ellos ahora.

No espero respuesta de este mensaje ya que siento mi alma cálida con la imagen de tu ceño fruncido leyendo esto.

Sé que lo leerás y, por ahora, es suficiente.

Intentaré terminar todo lo encomendado lo más rápido posible para poder regresar a tu lado el fin de semana que viene.

Te amo Senpai.

Siempre tuyo, Morinaga Tetsuhiro.

Tras enviar aquel mensaje se masajeó las sienes con los ojos cerrados. Verdaderamente no esperaba una respuesta, aunque una parte de él la necesitaba desesperadamente.

Volvió a centrarse en el computador, mejor adelantar trabajo si quería volver el fin de semana.

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En un apartamento de Nagoya, ya muy tarde en la noche cierto rubio se encontraba trabajando todavía.

Mientras asesinaba las teclas del pobre teclado un sonido le distrajo. Era un mensaje de Morinaga.

Tras leerlo tiró la cabeza hacia atrás reposándola en el sofá. Se sintió un tanto triste, tenía una pequeña esperanza de verlo nuevamente y... ¡¿Pero qué mierda estaba pensando?! ¡¡Aquel idiota era solo un exagerado, se preocupaba y deprimía por nada!! ¡¿Acaso se creía el único que no podía dor... Se levantó rápidamente de aquel lugar tras apagar con violencia la máquina.

La falta de sueño le estaba haciendo pensar cosas estúpidas e innecesarias, pero el nudo que se formó en su pecho le avisó que su corazón no estaba de acuerdo con ese pensamiento.

Volvió a mirar el mensaje, todo era culpa de ese maldito.

—¡Tch! Como si me fuera a creer eso de que no esperas un mensaje de vuelta —dijo mientras sin pensarlo detenidamente, sin darle tiempo a su orgullo a reaccionar, tecleó unas pocas palabras y lo envió.

Se quedó viendo el móvil un momento y una mueca apareció en su rostro. La realidad al fin lo golpeaba.

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El pelinegro llevaba ya un buen rato trabajando cuando su teléfono sonó desconcertándole. Al ver la pantalla quedó bastante sorprendido. Un solitario mensaje aguardaba en la bandeja de entrada.

Idiota, deja de preocuparte. Esta vez seré yo quien vaya a verte. Ya duérmete.

Sonrío inmediatamente y toda la bruma que le rodeaba desapareció en ese mismo instante.

Sí, había recibido la mejor respuesta.

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¡¡Buenas noches!!
Muchas gracias por leer, comentar y votar esta historia.
He estado toda la semana con exámenes, pero actualizo ahora porque la inspiración me llega en los momentos menos esperados, jaja.
Aviso que, probablemente, no subiré muy seguido (debido a que tengo exámenes finales este mes, principalmente esta semana y la que viene).
Que tengan una bonita noche.
Gracias por brillar tan magníficamente.
Con cariño, Maca.