Ella se sentía muy sola en un mundo que era ajeno al dolor que ella sentía. Siempre rodeada de muchas personas y a la vez de ninguna.
Hasta conocer a ese peculiar grupo de superhéroes.
Donde conocería a personas muy parecidas a ella, donde por prim...
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Un caos. Eso era su cabeza en ese momento.
Tan solo habían pasado unas pocas horas de aquel beso que la chica y Jason compartieron. Y ahora tenía un remolino de sentimientos.
Para ella era claro que estaba sintiendo algo por el castaño, pero se sentía extraño. Hacen un tiempo estaba segura de que estaba enamorada de Gar, y de repente empezó a sentir cosas por Jason. Lo cual le sorprendía, pues su relación con él, en un inicio no era muy buena, pero ahora era totalmente diferente.
Se sentía bien, pero estaba asustada. Nunca había sentido ese tipo de emociones —más que con el peliverde— y no sabia muy bien como actuar. De hecho, ese beso, fue el primero, sin contar aquel pequeño beso con Gar. Nunca creyó realmente sentir esas típicas "mariposas" en el estómago, como escuchaba que decían la gente común.
Antes de que pudiera seguir pensando en aquel chico, escucho mucho ruido fuera de su habitación, por lo que salió a ver de que se trataba.
— ¡No te vayas cuando te hablo! —escuchó el grito de Rachel, quien parecía furiosa.
— ¿Qué está pasando?
— Jason dibujo crucifijos en todo mi espejo.
— ¡Es mentira!
Aunque Leyla sabía que Jason no solía ser muy bueno, estaba segura de que él nunca habría hecho algo como eso.
Dawn, quien trataba de calmar la situación se acercó y habló:
— Jason esta bien si estas molesto...
— Yo no hice nada ¿Ok? —interrumpió el chico, quien ya estaba cansado de la situación— No me culpen por sus tonterías vudú.
De repente llegó Donna y preguntó que sucedía, el ambiente se sentía bastante tenso, Leyla por su parte estaba callada. No creía que él pudiera haber hecho algo como eso, y le parecía absurdo que Rachel lo culpara sin que tuviera pruebas.
— Alguien puso crucifijos en el espejo de Rachel, y ella cree que fue Jason.
— ¡Yo se que fue él!
— Buena idea lo de la botella de borboun, aunque no es mi tipo, me gusta más el whisky. Si vuelvas a entrar a mi cuarto a hacer algo así, me voy a olvidar de en qué equipo estás —ahora se levantó y habló Hawnk.
Leyla se encontraba confundida, ¿a él también le había pasado algo? Aunque de todos modos, el pensamiento de ella no cambió, Jason era bromista y solía ser un poco imprudente, pero no creía que él fuera hacer ese tipo de bromas.
— ¿Porqué Jason? —habló Donna mientras le daba una mirada acusatoria.
— No se qué sucede pero yo no lo hice —respondió Jason ya cansado de la situación.
