Rocío
Apenas lo vi, me lancé hacia él. Simplemente no lo dude. Estaba muy mal, y no sabía que iba a suceder ahora. Él era el único que me podía ayudar, me daba vergüenza contárselo a otra persona.
Él acaricio mi cabeza y me rodeo con sus brazos.
- Qué ocurrió? - preguntó. Su voz era calmada y lo dijo tan bajo que parecía un susurro. A pesar que estábamos solos, quería dar la sensación que podía contarle todo, que iba a ser nuestro secreto.
- Nada, sólo abrázame - las palabras salieron de mi sin pensarlas.
Cuando reaccioné, él me estrechaba más y lo tenía demasiado cerca.
Podía sentir su respiración sobre mi hombro.- No creo que hallas venido por nada. Qué te ocurre? -su voz seguía siendo suave y calmada, pero ahora sonaba como un susurro.
- Yo... Yo... - entonces reaccioné y me di cuenta lo que estaba haciendo.
- Tú qué?
- Me tengo que ir -dije y me separé inmediatamente de él.
- Espera, no te vallas -dijo y me tomó del brazo.
No quería mirarlo a los ojos así que baje la mirada. Él se acercó a mi y tomó mi rostro en sus manos.
- Qué te ocurre amor?
- Te necesitoLas palabras salieron de mi boca sin pensarlo. Me volví a lanzar sobre él y lo abrace como nunca. Me aferré a él. A lo único que me quedaba.
A él y nuestro hijo.
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Que esperar cuando estas esperando
Novela JuvenilEsto tiene que ser una broma. Mierda, mierda. Rocío maldijo dos veces ese día."No puede estar ocurriendo esto" -decía mientras caminaba por el lugar - "Esto debe estar fallando" se repetía tratando de buscar alguna solución, algo que la ayudara a no...