Que esperar cuando estas esperando

Capitulo 10

Rocío

Mis padres.
Algo de lo que no suelo hablar.
Mi familia nunca fue perfecta, mis padres estaban todo el tiempo gritándose y yo me había convertido en una huésped de mi casa, nada más.
Mi opinión no tenía valor y mis críticas o dudas no podían ser atendidas.
El día de la separación, mi madre estaba devastada.
Al principio pensé que esto era una broma, pero luego me di cuenta que papá no volvería más.

Ahora, al ver a mi madre hablando con Gastón, toda tranquila y sonriente me parece imposible pensar que esa misma mujer atravesó por una depresión de 6 meses.
Increíble pero cierto.

- No te quedas a cenar, Gastón - preguntó mi madre toda sonriente.
- No, gracias señora. Le agradezco la invitación pero yo sólo estaba de pasada...
- Ocurre algo? -dijo mamá arqueando una ceja y mirando fijamente a Gastón y a mí.
- No, no ocurre nada, es sólo que el estaba de pasada. Eso es todo... -dije tratando de salvar la situación.
- Rocío, hay algo que yo no sepa?
- No mamá, todo esta bien, no te preocupes...
- Bueno, si me disculpan se está haciendo tarde y yo tengo que volver a casa... -dijo Gastón tratando de escapar de mi madre.

El se acercó y le dio un corto abrazo a mi madre - Hasta luego señora.

Avanzó hacia mi y me tomó por los hombros
- Tenemos una charla pendiente, adiós Ro... -dijo suavemente, casi en un susurro, que dudo que mi madre lo haya oído.
Intentó acercarse a mi para darme un abrazo antes de irse pero sabía que resultaría incómodo.
- Oh vamos! No tiene porque ocultarse ante mi presencia ... Los he visto besarse cientos de veces -dijo mi mamá al ver que Gastón se iba sin más.
- Mamá -dije entre dientes
- Tu madre tiene razón Ro, no me podía ir así como así.
Entonces tomó mi rostro entre sus manos y me acercó a él. Pude sentir como mis mejillas se calentaban y mis manos sudaban. Hace semanas que no lo tenía tan cerca. Nuestros labios se chocaron y una ola de melancolía me invadió. Todo se sentía tal y como la última vez que nos vimos. Sus labios fríos, inertes a los míos, su cálida mirada, sus manos suaves que me rodeaban el rostro y una voz interna que me decía: " Qué estas haciendo? Esto es lo que quieres? Lo vas ha dejar ir así de fácil..."
El beso no duró ni dos minutos porque inmediatamente aparté el rostro y el se retiró de mi casa.
Tal vez avergonzado, tal vez.

Gastón
Tal vez pensó que era un desubicado . Seguro y lo pensó, pero no me aguanté. Hace días que no la tenía tan cerca y una oportunidad como esta no se desaprovecha por nada del mundo. A pesar de todo, ese beso me dejó mal. Apenas me retire de su casa me sudaban las manos y me palpitaba el corazón. No podía conducir, pero tampoco podía quedarme allí varado.
Después de tranquilizarme unos minutos conduje donde la única persona que me entendería y me aconsejaría sin hacerme pasar vergüenza.

Rocío
Mi mamá no dejaba de hacer preguntas, yo sólo asentía y trataba de sonar lo más casual posible. No tenía el valor para confesarle la verdad. No ahora.
- Me estas ocultando algo cariño -dijo mamá repentinamente mientras doblábamos la ropa
-No! Que dices mamá...
- Te conozco, eres mi hija, cuéntame que te ocurre.
- No... - respiré profundamente y luego empece a colgar un poco de ropa para no verle la cara a mi madre -No me ocurre nada, ya te lo dije.
- Bueno, si tu lo dices. Iré a dormir, el viaje me dejó agotada.
- Ok, que duermas bien.
Ella se acercó por detrás y me dio una palmada en el hombro, como suele hacerlo.

Gastón
- Y... Tú qué crees? Estuve bien?
- Y bueno, soy hombre man. Qué quieres que te diga? -djio Vico prestándome la mínima atención.

Estaba jugando con la consola cuando llegué y no creo que me haya escuchado del todo.

- Tienes razón, pero ponte en el lugar de Rocío... Qué pensarías si yo te besará?
- Número uno, te mataría. Número dos, te lavaste los dientes antes de hacerlo?...
- Y eso que tiene que ver?
- Bueno mi querido amigo, tu aliento apesta...
- Idiota!!! - le dije y le tiré un almohadón que tenía cerca - Esto es serio Victorio!
- Pero que quieres que te diga? "Hay mi Gasti, eres el amor de mi vida, me encantó que me hayas chapado a pesar de que nuestra relación es un desastre y estoy embarazada a los 18, te amo mi bichito de luz a pesar que ya tengas otra novia" -dijo Vico tratando de imitar la voz de Rocío
- Tampoco era necesario eso, ahora tendré pesadillas... - dije burlándome de su pésima imitación de mi ex novia.
- Hice lo mejor que pude... Sabes amigo, debería cobrar por ser tu consejero de pareja.
- Número uno, eres un pésimo consejero. Número dos, ni siquiera me escuchas cuando te hablo y número tres... -dije y me puse de pie. Tomé las llaves de mi auto y mi chaqueta - JAMÁS te pagaría! Así tuvieras un título...
- Por qué? -dijo él confundido y dejando el play por un rato
- Porque tu aliento apesta!
Salí corriendo de su casa porque sentí que él me perseguía.

Mañana sería otro día