Capitulo 2

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Gastón

Cuando el era chico su familia pasó momentos críticos. Las deudas con el banco eran cada vez más grandes, su madre tuvo que salir a trabajar porque sólo con el sueldo de su padre no alcanzaba. El y su hermano estaban todo el tiempo solos, y como el era el mayor tenía que hacerse cargo de Nicolás.

Las cosas empeoraron cuando su padre los abandono dejando a su madre sola con todas las deudas. Para ese entonces el ya estaba en la secundaria y tenía un trabajo de medio tiempo por las tardes. Ahora su vida parecía perfecta.

Nadie imaginaria que detrás de tremenda sonrisa había un pasado trágico lleno de dificultades. Nadie excepto ella.

Rocío

El no se movía, no articulaba algún sonido, es más, juraría que ni estaba respirando. Sólo seguía mirando aquel cuadro que estaba en la mesita de cristal frente a ellos.

Rocío sé puso de pie y salió. El no la detuvo y mucho menos se movió.

Gastón

Estaba tan concentrado e impactado que no noto cuando Rocío se fue. Se puso de pie y se dirigió a la puerta. Tenía que buscarla y decirle que ella podía contar con el. El no iba a dejar que su hijo pasara lo mismo que el de pequeño. No quería que el sufriera de esa manera y mucho menos que sienta el abandono de su padre. Abrió la puerta y estaba Mariana parada frente a el.

- Lo olvidaste verdad -dijo ella agitando las entradas que tenía en sus manos -Gastón, eres el novio más olvidadizo del mundo.

Rocío

Salió corriendo de la casa de Gastón y se dirigió a la casa de Peter.

Durante el camino miles de pensamientos abordaron su mente. Su futuro y el del bebe parecía incierto. No sabía si su hijo tendría un padre. No sabía que haría para mantenerlo con vida. No sabía que diría su madre cuando se enterara.

Su madre.

Mierda -susurro suavemente para sí misma.

No había pensado como decírselo y ella volvía este Lunes. Como rayos le diría que estaba esperando a su futuro nieto.

Maldición -dijo, pero esta vez un poco más fuerte. El taxista la miro por el retrovisor y rápidamente desvió la mirada.

Cuando el taxi paro, Rocío le pagó y avanzo rápidamente hacia la casa de Peter. Toco la puerta y le abrió Euge. La saludo rápidamente y ambas entraron.

Cuando estaba a punto de dejarse caer sobre uno de los muebles de la sala, Juan salió de la cocina con una lata en la mano cantando:

Yo te esperaba

y veia mi cuerpo crecer

mientras buscaba

el nombre que te di...

- Basta -dijo Rocío cortante - No es gracioso.

Se dejó caer en el mueble frente al televisor mientras Peter y Euge reían.

Que esperar cuando estas esperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora