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Se había vuelto costumbre que Taehyung visitara la mansión de Seokjin luego de terminar su jornada escolar. Cuando se encontraba en su casa, el mayor almorzaba con el menor de lo contrario le había mostrado como pasar el tiempo mientras le esperaba. Le daba vía libre para que pidiera a domicilio lo que se le antojara.

Esa tarde era una de aquellas donde Seokjin no estaba. Taehyung había pedido hamburguesa, muchas papas fritas y Coca-Cola. Comía complacido mientras miraba la televisión. Estaba sentado en cuclillas y en medias sobre el sillón grande de la sala audiovisual. Cuando estaba terminando apareció el mayor en el umbral de la puerta. Taehyung lo miro expectante y Seokjin sonrió. Camino hacia él y se sentó a su lado. Le beso en los labios con necesidad mostrándole lo mucho que lo había extrañado.

–hola precioso.

–hola. – dijo Tae con un leve rubor en sus mejillas.

Seokjin le miraba embelesado mientras hacía viajar el dorso de su mano por su rostro acariciándole. Se irguió y palmeo sus piernas. Taehyung gateo y se acomodó en ellas. El mayor lo rodeo con sus brazos y comenzó a besarlo dulcemente en los labios. Taehyung fue subiendo sus manos hasta rodear al mayor con ellas su cuello mientras profundizaban el beso.

–uhmmmm...cada vez besas mejor mi TaeTae. –susurro Seokjin sobre los labios del menor.

–tú me enseñaste ¿recuerdas?

Seokjin sonrió sobre los labios del menor y volvió a iniciar el ritmo del beso. Se deleitaba en la sensación actual mientras recordaba como había empezado a enseñarle dos semanas atrás como besar con lengua al menor. Había tenido chicos virginales pero Taehyung era diferente. No solo era inocente sino que era dulce y de sentimientos valiosos y profundos. Sus ojos eran un mar profundo en el que se perdía cada vez que los miraba. Se preguntaba si hoy sería un día en el que podía avanzar. Se moría por hacerlo pero no quería atemorizar al menor. Quería ir a su ritmo teniendo cuidado de no hacerle pasar un mal momento. Así que, sutilmente lo fue acostando en el sofá mientras lo besaba. Al no ver una negativa, el mayor viajo con sus besos hacia su cuello.

Taehyung comenzó a asustarse preguntándose hasta donde quería llevarlo el mayor. Se aferró de sus anchos hombros y miro hacia el cielo raso sopesando todas las posibilidades. Pero no podía pensar claramente mientras Seokjin lo besaba enchinando su piel, excitándole y haciéndole entrecerrar sus ojos.

No obstante, todas sus alarmas se encendieron cuando sintió el pene duro de Seokjin restregarse contra su bajo vientre. El miedo creció en su interior junto al deseo y no sabía que hacer. Seokjin lo tomo del mentón e introdujo su ávida lengua en su boca sintiéndose completamente devorado.

Taehyung se sentía pequeño y el temor comenzaba a acrecentarse sin poderlo evitar. Quería corresponderle al mayor porque realmente le gustaba pero el pánico se estaba apoderando de él. Se sentía inseguro comparándose con el hermoso cuerpo que tenía el mayor. Él era delgado y más pequeño. Se sentía inexperto y torpe. Todo ello jugo en contra para no sentirse listo.

Seokjin se apartó porque percibió la incomodidad del menor.

–lo siento.

–no...no tienes porque detenerte.

Seokjin acaricio su rostro y dio un beso corto en su nariz.

–tú no tienes porque forzarte.

–de verdad lo siento mucho.

–no tienes porque. El que lo siente soy yo por apresurar las cosas.

Tae negó como un niño haciendo sonreír de ternura a Seokjin.

Inocencia Perdida. - JintaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora