¡Jungkook! Baja a la sala en este mismo momento. —Gritó un hombre rojo de la furia. Y rápidamente chico llamado apareció frente a él, parecía no estar preocupado por lo que su padre tenía para decirle. Sólo se limitó a decir — ¿Qué?
— ¿Cómo que “qué”? —Espetó su padre. —Tienes mucho que explicarme por esto. —Enseñándole su boletín de calificaciones.
—Ah, eso, es un papel sin importancia. —Mientras se dirigía a la cocina para tomar algo de agua.
—Mira jovencito…
—Papá, no estoy para tus discursos sobre lo importante que es el estudio o lo necesario que es educarse.
— ¡No me vas a faltar el respeto! —Levantó la mano pero alguien lo detuvo.
—Mantén la calma, si tú no lo respetas ¿cómo quieres que él te respeté a ti? —Habló la madrastra de Jungkook, por lo general las madrastras eran malas, pero ella era la excepción, siempre apoyaba a Jungkook, y lo ayudaba en todo lo que podía. El chico realmente sentía que aquella mujer era su madre.
—No me importa si yo lo respeto o no, aquí se hace lo que yo digo.
—Mantén la calma, de seguro hay una explicación lógica para que Kook tenga las calificaciones que tiene. ¿No es así? —Dirigiéndose a Jungkook.
—Sólo es que no puedo concentrarme en las clases, son demasiado aburridas.
— ¿¡¿Y de qué se supone que vas a vivir en el futuro, mocoso?!? No tendrás estudios, ¿serás igual que tu madre?
—No lo sé, ¿quizás vivir de tu fortuna? Sería una buena idea, considerando que estás viejo.
— ¡Jungkook! —Gritó su madrastra. —Por favor, contrólate con tus palabras.
—Dile a él que se controle con las suyas. Me largo. —Dicho esto cogió las llaves de su Dodge Charger modelo mil novecientos setenta. Y salió enfadado de la casa.
Pronto arrancó y el motor rugió, algo que apaciguó la ira que sentía el chico. Su auto era su vida, lo compró cuando pudo reunir el dinero necesario y gracias a sus amigos realizó algunas modificaciones. Lo más divertido de todo fue cuando su padre iba a protestar sobre que no tenía licencia de conducir y Jungkook se le refregó en el rostro.
— ¿Quién se cree que es? —Dijo Jungkook mientras daba marcha atrás. —Piensa que por ser mi padre tiene derecho total en mi vida.
Entonces como la costumbre de Jungkook era juntarse con sus amigos eso hizo, se dirigió primero a la casa de su mejor amigo, Taehyung.
Bajó del coche y tocó timbre cuando la puerta se abrió dejó ver a un despeinado Taehyung.
—Pequeño ¿qué sucede? —Preguntó el chico al ver que la vena yugular de Jungkook estaba ligeramente hinchada.
—Problemas en casa, lo normal.
—Ya se solucionarán, te lo aseguro.
—No lo creo, mi padre está decidido a hacerme estudiar.
— ¿Y tú qué quieres hacer?
—Quiero tatuar, quiero trabajar contigo Taehyung, adoro tu tienda.
—Tendrías que ser mi aprendiz.
— ¿Dejarías que sea tu aprendiz?
—Vamos chico, eres mi mejor amigo, haría todo por ti.
