Capitulo 5

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Despues de haber visitado la casa Cullen, había tomado tanta confianza que entraba y salía de esa casa como si fuera la mía, cosa que no les molestaba a los Cullen, al contrario, les gustaba que yo confiara en ellos como ellos confían en mi.

En este momento estaba jugando al ajedrez contra Jasper. Yo estaba con el ceño fruncido al no entender nada y el rubio sostenía una gran sonrisa, divertido por mis quejas.

-Es que... ayy no entiendo nada, ya no quiero jugar contigo.- protesté y el se rió un poco.- Aparte, ¿Como podría ganarle a un exsoldado? Alguien que tiene experiencia en batallas y recuerdos de guerras.- exclamé al aire mientras me levantaba de mi asiento. Todos me miraron rapidamente, tensos.

-¿Como lo sabes?- inquirio Jasper.

-Solo lo supuse, tu me lo acabas de confirmar.- contesté avanzando por la sala y sentandome junto a Emmett en uno de los sillones.- Tu postura y el ajedrez fueron las cosas que me hicieron suponerlo.- ellos me miraban confundidos.- La postura lo digo por tu espalda recta y tu forma firme de caminar. Lo del ajedrez es porque es un juego de estrategia y tu eres muy bueno en eso.- expliqué. Él se quedo en silencio por un par de minutos.

-Estuve en el ejército como Mayor.- admitió Jasper, que se había sentado al lado de Alice. Asentí con la cabeza, sin preguntar nada por que sabía que era un tema delicado. Más que nada por como todos se tensaron cuando dije lo del exsoldado.

Y todo siguió normal hasta que Alice se quedo quieta como una estatua y el rubio se acercó a ella rápidamente. Cuando volvió a la normalidad, tomo el teléfono más cercano y llamó a alguien. Al parecer, a Edward.

No pude escuchar la conversacion, pero supe que estaba hablando con Bella, lo cual fue lo suficiente para que empezara a preocuparme. Luego Alice le pasó el teléfono a Carlisle, quien habló unos minutos por el teléfono y después le pidió a Edward que volvieran.

Edward y Bella volverían de su Luna de Miel.

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Me lo explicaron tiempo despues, Bella estaba embarazada y casi me da un pre-infarto cuando me lo dijeron. No sabia que eso podía pasar y ellos tampoco lo sabían.

Esa noche le pedí permiso a Charlie para quedarme en la casa Cullen, con la aprobacion de Carlisle y Esme de quedarme en su casa. Charlie aceptó y dormí en la habitación de Emmett con un piyama que me había prestado Rosalie.

A la mañana siguiente me desperté por los llamados del pelinegro, quien estaba sentado al borde del sillón donde yo había dormido.

-Despierta, enana.- acariciaba mi mejilla mientras me llamaba para despertarme. Abrí los ojos con lentitud, aún con ganas de dormir. Cuándo los abrí por completo, me despereze todavía acostada.

-¿Por que sonries?- le pregunté al notar su sonrisa.

-Te ves tierna.- respondió y yo me sonroje.

-¿Incluso despeinada y con la cara sin lavar?- inqueri levantando las cejas.

-Incluso despeinada y con la cara sin lavar.- repitió, asintiendo a mi pregunta. Le sonreí y me senté, quedando más cerca de el. Lo tomé del mentón y le di un beso en la mejilla.

-Gracias, supongo.- contesté, sonriéndole. Él me devolvió la sonrisa, volteando la cara para verme de frente, lo que hizo que quedara más cerca de mi si era posible.

-De nada.- susurró y su aliento llegó a mis labios, los cuales relami y el bajo su mirada a ellos. Yo tambien desvíe mi mirada a los suyos. Y creo que nos habríamos besado si no fuera por que Alice llego al cuarto buscándome.

-¡Adara! ¿Ya estas despier...?- no terminó la frase al ver lo cerca que estábamos con Emmett, los cuales nos separamos rápidamente.- ¡Lo siento!- exclamó la chica y se fue como si fuera Flash.

-Yo...Lo siento.- murmuró Emmett antes de salir de la habitación. Yo me quedé unos minutos sentada, analizando la situación, y despues me levanté. Me vesti con la ropa que Alice había dejado antes de irse y baje las escaleras.

Abajo, me di cuenta de que Bella y Edward ya habían llegado. Corrí hacia la castaña y la abrace, pero ella se quejó. Me alejé rápidamente y la mire confundida, hasta que comprendí.

-¡Oh, cierto! ¡El bebe!- exclame.- ¡Felicidades, por cierto!- le sonreí a Bella, quien también me sonrió y me abrazo de nuevo pero esta vez con cuidado.- No tenia idea de que esto podia pasar, pero bueno, cosas nuevas se encuentran todos los días, ¿no?- le dije aún abrazándola.

-¡Eso no es un bebe!- gritó con enojo el cobrizo. Me separé de mi prima y lo mire levantando una ceja, como diciendo: "A mi me bajas el tono, idiota". Y parece que lo entendió, por que después habló sin gritar.- Esa... cosa esta dañando a Bella y podría matarla. Debemos sacarselo de inmediato.- abri los ojos como platos al escuchar lo ultimo. ¿Quien se cree que es este estúpido?

-Primero que nada, tranquilizate.- me acerqué a el lentamente, amenazante.- Segundo, esa decision no nos corresponde a ninguno de nosotros, solo a Bella.- a este punto, Edward parecía a punto de explotar de la rabia, pero no por eso me eché atras.- Y tercero, si es un bebe.- terminé.- O bueno, al menos es un feto en desarrollo.

El cobrizo se acercó a mi con gran enojo, pero antes de que pudiera siquiera tocarme un solo pelo, Emmett se interpuso.

-Ni se te ocurra, Edward.- el pelinegro estaba completamente serio, la usual sonrisa divertida y burlona que siempre tenía había desaparecido.

Edward se zafó de su agarre y se fue de la sala a grandes zancadas.

Dʀɪᴀᴅᴇ || Eᴍᴍᴇᴛᴛ Cᴜʟʟᴇɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora