Capitulo 16

7.3K 440 7
                                    

La nieve no tardó en endurecerse.

La noche anterior al encuentro con los Vulturi, los testigos, los Cullen, Jake y yo estabamos fuera de la casa y disfrutando la que podría ser la ultima noche de todos.

Estaba sentada en el regazo de Emmett y mi cara escondida en su cuello. El me abrazaba por la cintura, acercándome todo lo que podía.

Cuando el metamorfo trajo leña, Benjamin, uno de los testigos, la prendió con su don: el control de los cuatro elementos. Debo admitir que, de todos los testigos, él era el que más me agradaba. Era una persona muy tierna y dulce.

-Esto si me gusta.- admitió Jake sentandose en el tronco junto a Benjamin.- Una hoguera antes de la batalla. Contando historias de la guerra... o simplemente parados como estatuas.- dijo mirando a los otros testigos, que no se movían para nada.

Garret apareció, se sentó y dijo:
-Nombren cualquier batalla. Yo estube ahí.-

-Vamos a otro lado.- susurró Emmett en mi oído cuando empezaron a hablar sobre peleas, batallas o guerras, no sabía lo que era. Me voltee en su dirección y le sonreí, asintiendo con la cabeza.

El me tomó de la mano y nos alejamos corriendo de los demás para que no nos oyeran.

Cuando nos detuvimos, Emmett me acorraló con un árbol y me besó. Ambos reímos a la mitad del beso, como si fueramos niños pequeños cometiendo una travesura.

Al separarnos, acaricié su mejilla y el inclinó la cabeza hacía mi mano, disfrutando las caricias.

-Tengo miedo.- confesé luego de unos minutos en completo silencio. El abrió los ojos, los cuales estaban cerrados con anterioridad.

-Lo se. Por eso te traje aqui, para que no tuvieras que escuchar como hablaban sobre batallas. Ya tenemos suficiente con la de mañana.- sonreí al pensar que me conocía tan bien que no necesitaba decírselo para que el lo entendiera. El me devolvió el gesto y unió nuevamente nuestros labios.

Nunca habia sentido "mariposas en el estómago", pero con él parecían dragones tirando fuego por la boca.

Un poco de nieve cayo en mi nariz al alejarnos, haciendo que estornudara. Emmett se rió.

-Que ternura. Pareces un gatito cuando estornudas.- lo fulmine con la mirada y el se rió más fuerte.

Una idea paso por mi mente y tomé nieve del suelo, formando una bola y tirandosela en la cara. Él paró de reir y esta vez fue mi turno de hacerlo.

Tosió al darse cuenta de que la nieve le entró en la boca, quejándose de que sabía a tierra.
Cuando deje de escuchar sus quejas, mis risas se detuvieron y abrí los ojos.

Emmett había desaparecido.

-¿Emmett?- pregunté al aire y caminé un poco, buscándolo.

No tarde en sentir como algo golpeaba mi cara.

Una bola de nieve.

A la distancia, pude ver como Emmett hacía un extraño baile de victoria. Yo le lanze otra bola de nieve cuando reaccioné, iniciando una guerra de la misma.

♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡-♡

Hoy era el día de la batalla y todos nos encontrábamos en un claro. La nieve lo cubría todo y crujía bajo nuestros pies al caminar.

-Si sobrevivimos te seguiré a cualquier parte, mujer.- escuché que le decia Garret a Kate. Fruncí el ceño y con una sonrisa, comenté:

-Vaya Romeo eres, Garret.- la burla teñia mis palabras.

Y asi, se arruinan los momentos románticos, señoras y señores.

Exacto.

Garret me fulminó con la mirada. Yo me encogí de hombros, haciéndome la inocente.

-¿Y ahora me lo dices?- le preguntó Kate, ignorandome.

Agarré la mano de Emmett sin mirarlo y ahora completamente seria, preocupada. Sentí como el la levantaba y dejaba un beso en los nudillos de mi mano.

Lo mire y lo abrace, pero sin perder la guardia y con mis ojos fijos en la distancia, esperando la llegada de los Vulturis para acabar con este problema de una vez y esperando que nadie muera en la batalla.

Y mis palabras parecieron ser escuchadas, lamentablemente. Varias personas aparecieron con capuchas de color negro que tapaban su identidad. Eran demasiados a comparacion nuestra.

-Vienen los casacas rojas, vienen los casacas rojas...- murmuraba Garret, inquieto.

Se aproximaban con rapidez y no tardaron en estar lo suficientemente cerca de nosotros, aún así no se detenían. Mientras más se acercaban, más podía diferenciarlos. Algunos de ellos los reconocía por el cuadro que había en la casa Cullen, como a Aro, Caius o Marcus.

-Aro esta buscando a Alice.- nos informó Edward.

Entre ellos pude diferenciar vagamente a Irina, a quién reconocía por haberla visto en la boda de Edward y Bella, aunque ella no había estado mucho tiempo allí. Además del hecho de que no llevaba capucha.

Apesar de los aullidos de los lobos, los Vulturis no dejaron de avanzar. Pero pude ver algunas muecas de disgusto en ellos.

Los Vulturis se detuvieron y se sacaron la capucha.

Dʀɪᴀᴅᴇ || Eᴍᴍᴇᴛᴛ Cᴜʟʟᴇɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora