Dʀɪᴀᴅᴇ || Eᴍᴍᴇᴛᴛ Cᴜʟʟᴇɴ

Capitulo 8

Lo hacía para que se distrajese y no pensará en la sangre. Sabía que funcionaría, pero él se rehusaba a que yo me acercara por que temía hacerme daño.

Hasta que pude llegar a el y lo tomé por uno de sus hombros, dándolo vuelta. Me acerqué mas a el y le acaricie la mejilla. Emmett apoyó su frente en la mia, mirándome directamente a los ojos.

-Tranquilo, esta bien.- le dije. El me tomó de la cintura y me acercó más a el, besándome.

Dios, sus besos eran la gloria.

A medida que los segundos pasaban, el beso se iba haciendo más rápido y necesitado. Me tomó de los muslos y enredó mis piernas en su cintura. En un segundo, sentí como me apoyaba en la superficie blanda del sillón y acariciaba mis muslos.

Se separó de mi, permitiendome tomar aire y beso mi frente.

-Me vas a volver loco algun dia.- admitio.- Pero, apesar de que me gustaría continuar y hacerte mia de una vez por todas, debo parar o soy capaz de hacer una locura por la falta de sangre.- abrió los ojos, los cuales había mantenido cerrados, y vio mi sonrojo. Sonrió.

Beso la punta de mi nariz y se separó de mi por completo. Yo me quede acostada en la cama mientras veía como se acostaba a mi lado.

-Deberia dormir, ¿Verdad?- lo interrumpí antes de que me dijera lo que yo habia dicho. Asintió con una sonrisa.- Tengo que pedirle un piyama a Rosalie.- ayer me había olvidado y dormí un poco incomoda.
Cuando me iba a levantar, Emmett me tomó del brazo y me sento en el sillon de nuevo.

-Tengo una mejor idea.- se levantó y se acerco a su armario, de donde saco una remera suya.- Ten, puedes usarla como piyama. De todas maneras, estoy seguro de que te quedara enorme.- dijo mientras me la extendía.

La tomé y me pare, llendo hacía el baño que tenía en su habitación. Ya adentro, me saqué mi remera y me puse la suya. Al ver que me quedaba enorme, como el decía, me saqué el pantalon. Quedando en bragas y con su remera, ya que no usaba sosten para dormir.

Al salir, el estaba acostado y cuando me vio, no aparto los ojos en ningun momento mientras yo me acercaba al sillon.
Me acoste rapidamente y le di la espalda, tapandome con una manta que estaba alli desde el otro dia.
El me abrazo por la cintura desde atras y me beso en la mejilla.

-Eres hermosa.- susurró en mi oído y yo lo mire. Le sonreí y él me dio un casto beso en los labios.- Buenas noches.

-Buenas noches.-

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Un nuevo día y al parecer la sangre había dado un buen efecto.

Estaba caminando por la casa en dirección a la sala para ver a Bella. Pero cuando llegué, la vi con Edward, quien estaba arrodillado enfrente de ella y tenía una mano en su vientre mientras sonreía.
Una sonrisa se formó en mi rostro al ver esa hermosa imagen de familia.

Sentí como Emmett me abrazaba por la cintura desde atrás, como cuando estábamos en el sillón.

-Son tiernos cuando no están enojados el uno con el otro.- comenté aun mirando a la pareja de casados.

-Tienes razon.- contestó el pelinegro.

Esa misma noche, Carlisle, Esme y Emmett saldrían a buscar más sangre y a cazar y yo los acompañaría para ayudarlos si necesitaban ayuda, aunque el pelinegro no estaba muy contento con eso.

Los cuatro corríamos por el bosque hasta que escuché como Esme se caía y rodaba por el suelo. Me acerqué lo más rápido que pude, los lobos ya estaban frente a ella.

Cuando llegué, me adelanté e hice que una rama de los árboles los golpearan, lo que hizo que cayeran a varios metros de distancia.

Emmett y Carlisle llegaron y el último nombrado ayudo a Esme a pararse. Volvimos a correr y perdimos a los lobos cuando saltamos sobre un gran barranco.

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Carlisle recibió una llamada de Alice. A Bella se le había roto la columna, lo que la llevo a dar a luz, por lo que volvimos lo mas rapido que pudimos, encontrandonos a los Quileute atacando a Edward, Jasper y Alice.

Sam habría matado a el cobrizo si no hubiera sido por Emmett, quien se lo saco de encima.

Yo controlaba a los árboles para que golpeara a los lobos, aunque no era de gran ayuda, asi que decidí que las raices tambien me ayudarían.

Las levante un poco del suelo y los golpeaban o ataban a los Quileute como si fueran latigos.
La pelea duro hasta que Jacob se interpuso.

-¡Basta! ¡Se acabo!- grito.- ¡Si la matan, me matan a mi!- y hubiera seguido gritando si no fuera por que un lobo lo empujó y el se transformó en el aire.

-Jacob se imprimo.- exclamó Edward.- No le harán nada. Si un lobo se imprimo de ella, no pueden lastimarla. Esa es su mas poderosa ley.

Los lobos se dieron la vuelta y se fueron.
Yo empezé a reir cuando los Quileute no se vieron más. Todos me miraron confundidos.

-Eres un pedofilo.- le dije a Jacob aún riendo. El bufo y negó con su gran cabeza de lobo, aunque yo sabía que se quería reir.- Por cierto...¿Donde están Bella y la bebe?- le pregunté a Edward.

Fruncí el ceño cuando no obtuve respuesta y me di la vuelta para entrar a la casa, no necesitaba que me dijera algo para saber lo que había pasado.

En la sala, Rosalie estaba junto a la bebe. Me acerqué a ellas.

-Dile hola.- le susurró Rose a la niña. Yo sonreí un poco.

-Hola.- dije y me agaché un poco.- Tu debes ser Renesme. Es un gusto conocerte.- la bebe abrió los ojos y en su boca apareció lo que parecía una sonrisa. Acerqué mi mano a su pequeño rostro y ella agarró uno de mis dedos con su manita. Le sonreí.

-¿Quieres cargarla?- preguntó la rubia. La mire y asentí un poco dudosa.

Ella me paso a Renesme y yo la acurruque en mis brazos. Toqué su nariz con mi dedo y ella sonrió.
Me di cuenta de la presencia de los demás Cullen en la sala.

-¿Ella...se convirtió?- le pregunté al cobrizo, quien miro a Carlisle.

-Lo esta haciendo. En 3 días despertara.- contestó.

Asentí con la cabeza y mire el suelo, un poco desanimada. Renesme levantó su brazito y tocó mi mejilla.

Por mi mente apareció la imagen de mi sonriendo hace unos minutos, cuando la conocí. Una vez el recuerdo desapareció, mire a la bebe con ambas cejas levantadas.

-Me parece que tiene un don.- murmure y mire a los demás.

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Quien haya leido "My crazy witch" seguramente se habra dado cuenta de que me gusta dormir con remeras de hombres. No se pero... me encanta, es muy comodo.

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