Un Fénix.

Capítulo I.

Capítulo I: Pudo ser mejor.

14 años.

El joven castaño miraba como su hermano se escondía detrás de él, estaba asustado y no lo culpaba, él también lo estaba, pero no lo demostraría, tenía que ser fuerte o al menos aparentarlo por su hermano, el adolescente que temblaba aterrado a sus espaldas.

La muerte estaba en el aire, alguien se iría esa noche del mundo terrenal, pero Noah estaba decidido a qué ese no sería su hermano, no importaba sí él moría su hermano tenía que salir de ahí con vida.

Él sabía que si llegaba el momento de faltarle a John, el menor no estaría solo y estaría bajo el cuidado de los Fénix. Solo esperaba que su hermano no siguiera sus pasos.

John era inocente, humilde y con el alma de un niño, no se perdonaría nunca si el menor se corrompiera.

Deseaba que su hermano tomara el buen camino, que fuera un buen hombre, que formara su familia, se rodeará de gente buena y leal, no quería que su hermano se ensuciará las manos como él lo hizo en sus momentos de desesperación.

En ese momento reflexionaba sobre todas sus malas decisiones aunque fueran con las mejores intenciones y se preguntaba si su vida pudo haber sido mejor. Pero ahora ya era tarde para retroceder, ahora solo tenía que hacerle frente a todo lo que había desatado al aceptar la ayuda de "la Reina".

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando se escuchó como tiraban la puerta de la casa.

— ¡¿Dónde estás, Deacon?! –se escuchó a un hombre.

Noah obligó a John a permanecer agazapado detrás de él.

El mayor miro a su hermano antes de tomar su arma y empezar a caminar de manera lenta hacía fuera de la habitación, al llegar a la puerta se giró hacía su hermano y lo miro por última vez y le pidió que no hiciera ruido.

Noah salió de la habitación dejando al castaño menor totalmente asustado.

El castaño miro por toda la habitación buscando algo con que defenderse y en el escritorio encontró la otra pistola de su hermano, la cargo con las manos temblorosas y sudadas.

Después de unos minutos de silencio se escucharon varios disparos y algo golpeando el suelo.

John al recuperarse de lo que escucho se acercó a pasos lentos hacía la puerta y después de unos segundos salió de la habitación, camino por el pasillo tratando de mirar en la oscuridad.

Sin previo aviso una silueta se paró frente a él y con las manos temblorosas el menor disparó haciendo que el hombre frente a él se desplomara en el suelo.

Tiro de gracia... Certero y letal.

John soltó el arma al contemplar la imagen que se ofrecía a sus ojos, había 3 hombres en el suelo y ninguno tenía signos vitales.

El joven se dejó caer de rodillas mientras temblaba sin creer lo que había hecho... Le había quitado la vida a alguien... Había 3 cuerpos a poca distancia de él... Y finalmente lo que más le costó asimilar... Su hermano había muerto.

John permaneció en la misma posición, mientras lloraba y temblaba.

Después de unos minutos unos pasos se escucharon entrar por la puerta y la figura de un hombre se dejó ver.

— John... –susurro al ver la escena que había en el hogar.

El castaño levanto la cabeza y miro al hombre, se levantó y corrió hacia él para abrazarlo.

— Ello... Ellos ve... Venían... Por Noah... –dijo el menor tartamudeando.

El mayor miro el arma que estaba al costado del cadáver frente a él.

— Yo... Yo... Lo mate –se escuchó la voz del menor.

El mayor solo dejo que el adolescente se desahogara.

Detrás de ellos llegaron más hombres.

— ¿Qué pasó aquí, Freddie? –pregunto el mayor de todos al ver a uno de sus leales capos muerto a sus pies.

John se separó del pelinegro al escuchar la voz del otro hombre, mientras mantenía la cabeza baja y sollozaba en silencio.

— Ellos venían a liquidar a Noah y por lo visto lo consiguieron... –dijo lo último dolido– Noah disparo antes de morir matando a su asesino... Su hermano mato al otro, padre –dijo dejando al último Deacon a la vista de su padre.

El mayor miro con pena al castaño, pudo notar que solo era un niño... Un niño asustado del mundo.

— Muchacho... ¿Comprendes lo que has hecho? –pregunto el hombre de manera severa.

— Lo maté... –respondió en voz baja.

— Has manchado tus manos de sangre –dijo– ¿sabes que esto puede ser un sello para tu vida? No cumples ni los 15 años, aún aparentas ser un niño –finalizo.

El menor soltó un sollozo, mientras veía como Freddie tomaba la pistola que estaba al lado del cuerpo de Noah y después se la entregaba a su padre.

— Sé que tu vida ha sido difícil, las calles han sido tu escuela, eso lo sé de tu hermano, el vandalismo ha sido su vida, has sufrido hambres y tristezas, pero no te sientas mal, no llores... Así todos empezamos –le dijo un poco más calmado.

Frente al hombre estaba la misma imagen de Noah Deacon cuando esté apenas tenía 15 años y le pidió ayuda para obtener dinero y sustentar a su hermanito y hoy, 3 años después el cuerpo de Noah yacía en el suelo sin vida.

— Tus manos están temblando, como cualquier principiante, pronto vas a acostumbrarte... Los Fénix ahora serán tu familia –el menor lo miro– escúchame bien, pondré está pistola en tus manos –le entregó la pistola que alguna vez fue de su hermano– nosotros te cuidaremos, tú nos cuidas, nos traicionas y te mató –advirtió– ¿Entendido? –pregunto mirándolo fijamente.

— Sí... Sí, señor –respondió el menor.

El hombro suspiro y miro a sus capos y a su hijo.

— Vámonos –ordenó.

— Vamos John –dijo Freddie acercándose al menor.

John salió de la casa en compañía de Freddie y escucho como el padre de este le ordenaba algo a un capo.

— Que no quede nada –dijo y el hombre asintió.

Varios hombres vaciaron galones de gasolina alrededor de la casa antes de encenderla.

— Renace, pequeño Deacon, levántate como uno de nosotros –le dijo el Bulsara mayor.

El pequeño castaño miro como el lugar que fue su hogar por años era incendiado y sintió como una parte de él moría al ver cómo el cuerpo de su hermano era rodeado y consumido por las llamas, pero no podía hacer nada, había pactado con el diablo y no podía retroceder.

Todos los recuerdos junto a su familia, sus consejos de su padre, los mimos de su madre, los juegos con sus hermanos... Todo eso... Ya no estaba... Estaba en llamas... Ya no había nada que lo uniera a su pasado, ahora solo se reducían a cenizas. Era su momento de renacer de sus cenizas. Era hora de ser un Fénix.

+×+×+×+×+×+×

Se acabó.

El primer capítulo [Listo]

Si quieren más tendrán que esperar, lo siento, soy cruel. ಠ⌣ಠ

Desde hace tiempo llevaba con esta idea en mente, me gustaría imaginar a Freddie y John en una situación diferente a lo normalmente he escrito ¿Y qué mejor que la mafia?

Nota: Está historia se desarrolla en los años 40 y habrá varias referencias que espero logren identificar.

Espero que les haya gustado.

Me disculpo por las faltas de ortografía.

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- Yo soy The-Fan-Mystery y me retiro -se va corriendo.