Capítulo VI.

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Capítulo VI: "Nuevo mundo".

F - 24 añosJ - 16 años.

Cuando Freddie despertó y al buscar a John no lo encontró.

En pánico se levantó rápidamente de la cama para salir de la habitación y correr escaleras abajo, momento justo en que su padre entraba a la casa.

— Freddie, ¿Qué pasa? ¿Estás bien? –le preguntó su padre mirándolo preocupado.

— ¿John? –pregunto recuperando el aliento.

— Se ha ido, Michael y él tomaron el barco a primera hora y se han ido al nuevo mundo –le respondió su padre.

El rostro de Freddie se vio invadido por un gesto triste.

— Él estará bien, ya lo verás –le dijo su padre tratando de calmarlo.

-

Freddie se había pasado el resto del día triste por la ausencia del menor, cualquiera notaba lo decaído que se encontraba.

El pelinegro se encontraba sentado a la sombra de un árbol.

— Veo que tampoco se despidió de ti –se escuchó detrás de él.

Freddie giró un poco su cabeza y miro a Verónica.

— ¿De qué hablas? –pregunto haciéndose el desentendido.

— Freddie, no soy idiota, sé que John y tú mantenían una relación oculta –le dijo.

— ¿Cómo lo supiste? –pregunto al verse descubierto.

— No hay que ser muy inteligente para notar el comportamiento que tenían, ver cómo te preocupabas por él cada vez que salía de misión, como te has quedado con él después de cada herida que ha tenido, como él corre a tus brazos para buscar consuelo, el como él te protegía ante todo y daba la cara por ti, darse que cuenta que hacía lo que fuera por ti, hasta el punto de irse a otro país para traer de vuelta tu felicidad –le dijo– tú lograste algo que yo no y te felicito por ello... Tú lograste que él te amara –soltó sorprendiéndolo.

— ¿Estás molesta? –le preguntó.

Verónica lo miro y sonrió.

— No, por qué lo amo y sé que él es feliz contigo –le dijo con una sonrisa– solo te pido algo, Fred –pauso– cuídalo mucho, John es un ángel aunque le toque vivir condenado como un demonio –susurro.

— Eres una gran chica, Verónica, ahora veo por qué John te escogió –dijo– eres su Mary –le susurro.

— Me halagas –le dijo Verónica a Freddie.

— ¿Amigos? –le preguntó Freddie ofreciéndole su mano.

— Amigos –respondió Verónica con una sonrisa sincera.

-

John veía el mar mientras el transatlántico se alejaba del puerto inglés.

— ¿Estás listo para la nueva vida? –le preguntó Michael detrás de él.

— Estoy nervioso de no estar a la altura de un mafioso neoyorquino –respondió mirándolo.

— Por eso no te preocupes, he visto tu desempeño en misiones y créeme que muchos de los capos de mi hermano no son tan buenos como tú –le dijo.

— Gracias –agradeció mirándolo– Señor Corleone, ¿Por qué usted no es el padrino? –pregunto.

— Después del retiro de mi padre, la cabeza de la familia es Santino, si algo le pasa a él, sigo yo –respondió– mi padre creyó que Federico no podría liderar a la familia, así que la segunda cabeza soy yo –le explicó

Un Fénix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora