Capítulo V.

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Capítulo V: “Recuerdos”.

F - 24 años • J - 16 años.

John caminaba por la residencia Bulsara, estaba frustrado e impotente, habían asesinado a uno de sus compañeros frente a él y no pudo hacer nada, estuvo acorralado, sino hubiera sido por Freddie que llegó con refuerzos no habría salido de ahí con vida.

— John, ven aquí –lo llamo Freddie.

John trato de ocultar el como se sentía, así que suspiro tratando de calmarse.

— John... –lo llamo nuevamente Freddie.

John se giró y afrontó al subjefe de la familia.

— John, ¿Esto no es tu culpa? –le preguntó.

— ¿Cómo que no es mi culpa? –pregunto el castaño– ¡Fue mi misión ir a aquel lugar! –le grito.

Algunos capos que los veían apuntaron con sus armas a John al escuchar como este retaba a Freddie.

— Déjenlo –pidió Freddie.

— Pero Señor Mercury... –le dijo uno de los capos.

Freddie miro como los hombres rodeaban a John mientras le apuntaban y el menor no ponía resistencia, estaba dispuesto a morir.

— ¡Que lo dejen dije! –grito– ¡Les orden que lo dejen! –dijo.

Todos los hombres lo miraron y bajaron sus armas.

— Lo lamento –se disculpo el pelinegro– John, ven a acá –lo llamó.

El castaño suspiro y siguió a Freddie hasta un patio que estaba vacío.

— ¿Qué pasa contigo, John? –pregunto el mayor.

— ¿No lo entiendes, Fred? Siento culpa ¡Wiliam está muerto! –le dijo.

— ¿Y quién te ordeno ir allá? –pregunto Freddie.

— Fue Barry Doppler, pero yo elegí a Bill como escolta... –respondió.

— Eso pudo pasarle a cualquiera, él y tú no sabían que tan armados estaban los Kray, no sabían cuántos eran –le explico– John, los sobrepasaban por armamento y por número, sino hubiéramos llegado te hubieran asesinado –le dijo.

— Pero... –el menor estaba por protestar.

— Escúchame –dijo tomándole con la nuca con algo de fuerza– esto no es tú culpa, John, ustedes no sabían lo que ahí les esperaba –lo acerco a él.

Freddie abrazo con fuerza a John y dejo que llorara, que se desahogara y dejara de cargar todos esos malos recuerdos de su pasado.

— Tú sabes que yo no soy malo –le susurro a Freddie.

— No, John, tú eres bueno, eres hombre de buen corazón, pero tristemente esta es la vida a la qué estamos orillados a vivir –le dijo– solo quiero que recuerdes algo... No estás solo, nosotros estamos contigo... Yo estoy contigo –susurro en su oído.

Verónica, desde la habitación de John, veía como Freddie consolaba a su novio y aunque amaba a John sabía que este no la quería como ella lo hacía.

— ¿Estás mejor? –le preguntó Freddie.

— Sí –respondió John en voz baja.

Freddie miraba a John directamente a los ojos y después le sonrió.

— Todo estará bien, John –le dijo antes de abrazarlo nuevamente

John escucho como alguien se acercaba y rápidamente se separó de Freddie para mirar que Michael Corleone se acercaba.

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