Capítulo IV.

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Capítulo IV: "El pacto".

F - 23 añosJ - 16 años.

John veía como Freddie escuchaba a su padre con atención.

— Freddie, debes de entender que primero hay que pedirle a alguien que investigue si mi nieto está con alguno de ellos –le dijo el mayor

Freddie bajo la mirada al escuchar a su padre, sintiéndose decepcionado nuevamente ante la posibilidad de encontrar a su hijo.

Bomi se levantó de su silla y camino hasta su hijo.

— Hijo... –lo llamo– no seas terco y déjame hacer esto de la manera correcta –pidió el hombre– tú conoces los dos posibles finales de esta misión –dijo haciendo que lo mirará.

— Pero es mi hijo, papá –dijo Freddie.

— Y también es mi nieto, pero tú y yo sabemos que puede estar vivo o estar... –el hombre ni siquiera se atrevió a terminar la frase.

John se mantenía en silencio hasta que una idea se cruzó por su mente, más no se sentía seguro de decirlo.

— Señor Bulsara... –lo llamo de una manera un poco tímida.

— ¿Qué pasa, John? –pregunto el hombre mirando al menor.

— Usted menciono lo de enviar a un hombre a América para buscar al niño –dijo– tiene que ser alguien de confianza ¿No? Pues sino cualquiera podría interceptar al investigador y lo matarían, por lo tanto se debe mantener un perfil bajo –explico.

— ¿A qué quieres llegar con eso, Deacon? –pregunto el Bulsara mayor.

— Señor... –pauso mirando a Freddie– ¿Y si ese hombre fuera yo? –pregunto.

Freddie se giró a mirar a John, incrédulo por lo que había dicho.

Bomi pareció pensarlo por unos minutos.

— No es una mala idea, John, ya que no eres muy conocido fuera de círculo interno... –siguió pensando el hombre– solo falla algo, aún eres menor de edad como para salir del país –le respondió el jefe.

— Eso no sería tanto un problema –dijo Freddie– John tiene 16 años, edad de educación, ¿qué tal si es “enviado” por alguna escuela a América? además eso le serviría como cuartada... Tú conoces a algunos directivos de bachilleratos y universidades, podrías pedir el “favor” –dijo el pelinegro.

— Lo pensaré –dijo el hombre– aún así no puedo enviarte solo, necesitaré enviarte con un adulto –finalizo

Freddie miro por unos segundos a su padre y luego a John.

— Retirate John, por favor –pidió el Bulsara mayor.

John hizo una pequeña reverencia, se dió la vuelta y en silencio salió del despacho.

— ¿Enviarlo con un guardia? ¿Crees que podría intentar escapar o traicionarnos? –pregunto incrédulo a su progenitor.

— No, Freddie –respondió– John es un buen pistolero y sabe cómo controlar a la gente en las calles, pero no es un hombre diplomático, necesitará a alguien que lo ayude con eso... Además no estoy dispuesto a perder al muchacho –dijo.

— ¿Les has tomado cariño? –pregunto su primogénito mirándolo.

— No me digas que tú no, a demostrado ser leal y hoy en día la lealtad es algo que se aprecia mucho –respondió con una sonrisa.

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