un desayuno normal.

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Milena despierta en una cama dentro de una gran y enorme habitación.

- ¿uh?, ¡ah!

Milena se despertó rápidamente y a esa misma velocidad se levantó de la cama con un gran dolor en el abdomen.

- *se agarra el abdomen*...¿donde..? ¿Como llegué aquí?

En eso por la puerta entra el mayordomo de yakusa.

- ¡oh señorita kotonoja! Debe guardar descanso.

- ¿uh?...¿como llegue aquí?, ¿por qué estoy en bata?, y sobre todo ¿qué hora es?

- una pregunta a la ves, el joven takaneshí me ayudo hizo el favor de cargar a todos a las habitaciones correspondientes.

- ¿ajá?

- esta en bata por que metí a lavar su ropa, pero le doy mi palabra que nadie la toco ni la vio.

- hmmm...bien.- dijo dudando.

- son más 8:30.

- ¡¿qué?! Mi mamá me va a matar.

- es domingo y ya he llamado a todos sus padres, ella dijo que esta bien mientras esté con María y que ya se había ido al trabajo.

- oh...bien, gracias supongo.

- ¿quiere alguna prenda?

- ahn...*se mira* sí, si no es mucha molestia.

El mayordomo sale y luego regresó con ropa para milena.

Esto era un short corto de mezclilla, una camisa de tirantes color blanca.

- dígame que esto no cuesta más de un millón.

- oh,oh, no señorita es de mi hija pero ella está en Massachusetts, no volverá en un tiempo así que use esto con toda confianza.

- se lo devolvere en cuanto mi ropa esté lista.

- no se preocupe, usé lo el tiempo que requiera.

- *se agarra el estómago* ahgg...

- oh, sus heridas no son graves más allá de moretones, tome esto y se sentirá mejor.

Alfred le da unas pastillas a milena.

Ella se la toma en seco.

- ahg, ya está...¿uh? Oiga es verdad, ¿que son?

- es un relajante muscular interno que calma el dolor y elimina los moretones.

- no he oído de hablar de ningún medicamento así.

- eso es por que los shame aún no lo ponen a la venta.

- ¿uh?...¡¿e..esto es seguro?!

- claro, no se preocupe la familia shame lo pondría a la venta el año pasado pero segun la legalidad no pudieron distribuirlo.

THE BROKEN (Los Rotos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora