Capítulo III

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Primero antes, quiero agradecer el apoyo que esta recibiendo esta historia TuT, les recuerdo que los amo mucho :3

Ahora si, disfruten la lectura.

.

—Señorita Goddess, he tomado una decisión. — su mirada penetro sus sentidos; sin embargo, solo tomo su bolsa y con una sonrisa jocosa suspiró aliviada.

—Si, de regreso a mi casa. — el contrario la vio extrañado por su actitud relajada dispuesta a marcharse del lugar. —Gracias por su...

—Felicidades, es la novia oficial de Meliodas. — interrumpió Chandler con falsa alegría. La fémina solo amplió los ojos con una mueca dibujada en los labios. ¿En serio? Después de demostrar la vergüenza ajena que puede dar está dispuesto a arriesgarse con ella.

—¡¿Qué?! — titubeo.

—Mi amo la aprobó. — dicho esto soltó unas hojas perfectamente ordenadas en un portafolio sobre la mesa y un bolígrafo haciendo "click". —Ahora firmara un contrato.

—Eh, ¿para qué un estúpido contrato? — tomo el portafolio entre sus manos dejándose caer sobre el sofá —¿Señora de Demon?

—Este contrato tiene un periodo de un año. — el rubio se situó al lado de ella. —Una vez firmado, te hace oficialmente mi pareja y como vez, todo es confidencial. Los medios saben que solo busque una novia, más no saben que es para heredar una fortuna. Es por eso que no se les dijo nada al aspirar, no me conviene ver un titular "Demon paga por una esposa por dinero". — explicó; sin embargo, otra ola de preguntas inundo la mente de Elizabeth.

—Creí que querías una boda falsa.

—Será falsa si se casan de un día para otro y le recuerdo que la boda no es falsa, los papeles de matrimonio serán legales — continuo el hombre senil. —Para esto es el contrato, usted firmará su silencio y convivirá con el amo durante un año. Cumplido el año, usted estará libre de él y tendrá su lugar en la familia.

—Aquí dice que necesita una esposa para heredar la fortuna de su padre. — después de todo no mentía, de verdad necesitaba una mujer por obligación, pero ¿Por qué ella?, pudieron pagarle a una con ese sueño, pero no, ella fue elegida, ella tenía un trato, ella estaba involucrada, estaba obligada a aceptar.

—Es correcto.

—Pero... hay algo no entiendo. Si seré su "novia" durante este año, ¿nos casaremos cuando el contrato esté roto? — cuestiono tomando el bolígrafo entre sus manos, jugando con el botón de la punta.

—Si, a partir de ahí, serás libre del contrato y de la confiabilidad, pero nuestro matrimonio será legal.

—De acuerdo — se alzó de hombros y con poco interés solo deslizo la punta sobre la hoja, formando un limpio garabato de su nombre en perfecto manuscrito.

—No leyó todo el contrato, ¿cierto? — cuestiono el hombre de cabello verde. Algo en esa pregunta alerto a la albina; sin embargo, no le tomo importancia.

—¿Es necesario? — alzo la ceja indiferente —Ya me lo explicó, no le veo el caso. — dicho esto solo soltó la pluma sobre la mesa recargándose sobre el mullido sillón color vino.

Chandler le dedico una última sonrisa antes de jalar al rubio del brazo lejos de la mujer con sonidos de quejas.

—Amo Meliodas, ¿seguro de que esta niña...? — murmuro entre dientes con notorio disgusto.

—Calma Chandler, lo tengo resuelto. — tranquilizo este volteando a ver a la albina. —Bien, ahora que eres mi pareja oficial, los medios no tardaran en anunciarlo y para esto, necesito que estés preparada para cualquier reportero en caso de que se dirijan a ti. Chandler te dirá lo básico, desde que responder a cómo presentarte. Y... — hizo una breve pausa al ver su entrecejo fruncido y su mueca dibujada en su labio. —...de una vez, mejorar tu carácter indecoroso. — esta solo rodó los ojos con fastidio. —Con permiso, Elizabeth.

La Señora de Demon || MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora