Rio Hermoso - Wos

TREINTA Y UNO

Valentín

Agarré todos los baldes, escobas, trapos y esponjas que encontré y las lleve conmigo hasta la cafetería.

-Dah boludos, tenian que empezar a juntar las sillas.-dije cuando entre y vi a los chicos sentados comiendo los fideos que habían sobrado.

-Necesito recargar fuerzas amigo, para un segundo.-contestó Lucas mientras seguía comiendo.

Giré mis ojos y apoyé todo a un costado.

-Dale, sino vamos a terminar re tarde.-seguí insistiendo para que se muevan cuando miré el reloj y ví que eran las doce pasadas.-Voy empezando con la cocina, ustedes barran acá.

Escuché los quejidos de los chicos y me adentré en la cocina. Empecé a sacar los platos de la bacha para limpiarlos y bufé cuando ví la cantidad que eran.

Empecé a lavar pero después de un rato me percaté en que dejé de escuchar las voces de los chicos. Me sequé las manos y asomé mi cabeza y la ví a Lucía poniéndose los guantes de plástico color amarillos.

-Te quería asustar pero me descubriste.-dijo cuando me vió.

-¿Y los chicos?.-pregunté acercándome a ella.

-Sinceramente me sentí mal, asi que les dije a los chicos que solo por hoy te iba a ayudar.-dijo mientras juntaba los baldes.

Sonreí cuando me miró con los cachetitos un poco rojos.

Así no me molesta quedarme hasta tarde para limpiar.

-Mirate que bondadosa.-la jodí.-Me dijiste que se me iban a arrugar los dedos pero la que se puso los guantes sos vos.-subió una ceja y me miró.

-Callate antes de que mi bondad desaparezca y te deje solo.-solté una risa por como su cara había cambiado.-Aparte no hay nada que odie más que el olor a lavandina en las manos.

(...)

-¡Para! ¿Y te acordas esa vez que Lucas se hizo pis del miedo?.-dijo mientras se apoyaba en la mesada.

Estábamos literalmente llorando de la risa.
Recordábamos anécdotas de cuando éramos chicos y nos estallamos. Era de esas sensaciones que te duele la panza de la risa, te quedas sin aire, queres hablar pero no podes pero te seguís riendo igual.

-Igual.-dijo intentando recuperar el aire.-Yo no me puedo reir mucho, las historias que inventaba Beto a mi me re asustaban, era re cagona.

-¿Quién dijo que eran inventadas?.-dije lo más serio posible y ella me miró en silencio unos segundos, hasta que se dio cuenta y me dio con un repasador en al cabeza.

-Me asusté tonto.-dijo y los dos reímos.

-Veo entonces que seguís siendo re cagona, no eras.-suspiró y giró sus ojos asintiendo con una mini sonrisa en la cara.

-Bueno si, puede ser.-rió.-Uh, no sabes de lo que me acordé.-dijo llevándose las manos a la cara.

Hice una seña con la cabeza para que hable y me miró.

-¿Te acordás que me dabas la mano cuando tenía miedo?.-

~flashback~
año 2006

-Me da mucho miedo, Valen.-dijo en un susurro.-No me puedo dormir.

Beto había contado una de sus muy famosas "historias de terror" en uno de los fogones, a la vista de cualquier persona no daban miedo, pero para Lucía eran aterradoras.