Capítulo 12 | Consuelo

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The Walking Dead:
"Consuelo"

—Tú no eres Rainbow —declaró con elocuencia abriendo la puerta del piso en construcción

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—Tú no eres Rainbow —declaró con elocuencia abriendo la puerta del piso en construcción.

Pero los segundos, incluso los minutos, se hicieron eternos cuando la mirada marrón del sujeto se encontró con la azulada de la chica.

—No lo sé, Negan —musitó en un hilo de voz estando recostada a un lado de la ventana—. No siento el cuerpo, me duele la cabeza y siento que mi vista está empeorando. Aun así, Rainbow sigue aquí —susurró con pesar tratando de levantarse, pero solo logró liberar un chillido gracias al dolor—. Yo pensaba que iba a morir... —balbuceó con la mirada cristalizada sintiéndose incapaz de moverse—. Mi deseo de quedarme es mucho más grande que el deseo de marcharme para poder descansar. ¡No quiero abandonarte, Negan! ¡Tú eres mi única familia!

Gritó.

"No quiero dejarte solo."

Las lágrimas se deslizaban por la tez pálida de la adolescente mientras trataba de contener el llanto. Su cuerpo se cohibió ante la sinceridad de sus palabras. No sabe porqué tuvo la suerte de sobrevivir, pero tampoco está bien que su cuerpo esté hirviendo tras haber pasado una noche infernal. Las alucinaciones no se detuvieron hasta que la puerta fue abierta y sus gritos quedaron estancados con el nudo que se le hizo en la garganta.

Su vida pasó ante sus ojos en innumerables ocasiones mientras se deshacía, porque desde que comenzó el apocalipsis se consideró una persona afortunada al encontrar a Negan, quien ha sido el padre que nunca tuvo.

Rogó.

Rogó, mientras se veían a ella misma siendo un caminante, por su comunidad y la gente que habita allí mismo, también pidió por su compañero que está enfrente de ella viéndola como un fantasma.

—¡Yo no puedo dejarte! ¡Yo no quiero dejarte! —sollozó conmoviendo al contrario, quien titubeó en el lugar.

"Soy incapaz de alejarme de mi familia, Negan."

La mirada humedecía del mayor expresó tantas emociones en ese momento que las expresó a través de un abrazo. Apretujando el cuerpo de la menor, la misma que se quejó debido al dolor.

«Él dijo: "gracias por quedarte, Rainbow"».

Ni siquiera es consciente de su suerte cuando junto sus frente y luego beso su cabeza. No puede contener su felicidad, pero tampoco puede creer lo que sus ojos ven.

—No quería rendirme, Negan. Y-Yo no quiero huir de la realidad —tartamudeó atemorizada—. Aun así, no me siento bien. Mi pecho arde, mi cabeza da vueltas y mi estomago está revuelto. ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer para que ya no duela más? ¡Dímelo! —exigió atormentada, sacudiendo al mayor de los hombros.

"Tranquila, chica."

—¡Me cuesta respirar! Tengo miedo, tengo mucho miedo —suspiró pegando su cabeza en el pecho de su compañero—. No quiero morir.

—Iremos a El Santuario —demandó alzándola con cuidado entre sus brazos.

Sin embargo, Rainbow se negó, ella se aferró con fuerza a su camiseta blanca, escupiendo sangre cuando él empezó a caminar.

—No voy a hacerte caso, Rainbow. No tengo ni siquiera un maldito plan, por lo que no pienso escucharte. Así que tendrás que cooperar —confesó empezando a bajar las escaleras con la chica en brazos.

—No quiero que me vean así... —aclaró en un susurro inaudible— a punto de convertirme en un monstruo... —balbuceó a punto de sollozar, pero el apretón de su compañero la trajo a la realidad.

—Eso será un problema porque tú ya eras un monstruo —musitó abriendo la puerta del edificio.

—¡Oh, por favor! No seas así, Negan —estalló molesta.

Continuará...

My Favorite Girl | The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora