Keira.Abrí mis ojos con dificultad y me estiré sintiendo mi cuerpo relajarse. Mi pierna chocó con algo y fruncí el ceño.
Me giré lentamente para encontrar un rostro angelical que dormía plácidamente a mi lado. Por un momento, la confusión me invadió. Me senté en la cama y miré a mi alrededor al darme cuenta de que no estaba en mi habitación. Agaché la vista hacia mi cuerpo que estaba siendo tapado con una sábana blanca.
Joder.
Noté mi ropa tirada en el piso.
Doble joder.
Recuerdos de la noche anterior vinieron a mí y la comprensión cruzó mi rostro haciéndome sonreír al instante.
¡Ah! Ya me acordé.
A plena luz del día, pude detallarlo mejor; su perfil era muy varonil, tenía una nariz perfilada y unos labios gruesos. El cabello negro caía sobre su rostro tapando sus gruesas cejas. Sus pestañas largas reposaban sobre sus casi no tan visibles ojeras.
Solté un respingo.
¿De dónde había caído este hombre?
No lo sabía, pero agradecí al universo habérmelo topado.
Él se removió un poco y soltó un suspiro para seguir disfrutando de su sueño.
Muy bien, tenía que salir de aquí.
Me levanté cuidadosamente, tomé mi ropa del suelo y me cambié lo más rápido que pude mientras me cercioraba de que permaneciera dormido.
Busqué con la mirada mi bolso y casi me da un infarto al no verlo por ningún lado. Salí de la habitación y solté un suspiro de asombro al llegar a la sala.
Un gran ventanal se extendía desde el piso hasta el techo mostrando la increíble vista de toda la ciudad. Al oeste, el sol estaba comenzando a hacer su aparición.
Me acerqué al vidrio y miré hacia abajo, noté que estábamos en, por lo menos, un sexto piso. Por eso se podía apreciar perfectamente los grades edificios e, incluso, a la distancia, el río Hudson.
Regresé la vista hacia el interior de la casa.
Las paredes de color blanco combinaban con un par de muebles grises dándole un toque sofisticado. Una pantalla de plasma reposaba sobre la pared. A la derecha, cerca de la puerta de salida, estaba una cocina bien equipada y una barra con asientos que se ajustaban a la altura de la misma.
Todo se veía extremadamente caro.
Procuré no tocar nada y al ver mi bolso sobre la barra, lo tomé sin dudarlo, revisé que todo estuviera allí y sentí que el alma me volvía al cuerpo cuando comprobé que sí.
Miré a mi alrededor una última vez, guardando una imagen mental de que, alguna vez, estuve en un lugar así y salí apresurada para evitar cualquier conversación con el extraño con el que había pasado la noche.
Solté un suspiro aliviada al entrar al ascensor. Saqué mi celular y vi en la pantalla las llamadas perdidas de Luna.
Oh, joder.
Vagamente, recordé haberle avisado que me iría y salí evadiendo su interrogatorio.
Iba a matarme.
Una vez que salí del edificio, le marqué mordiéndome el labio inferior.
Observé a mi alrededor dándome cuenta de que el chico no había mentido, su apartamento sí quedaba cerca del bar, así como también de la casa de Luna.
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Atrápame si puedes (Completa✔️)
AcciónDos mentes brillantes. Ella para el crimen. Él para la justicia. Esto se convertirá en una guerra de inteligencia y estrategias. Solo habrá un ganador. ¡Bienvenido al juego!