Keira.
—La cagué, Luna. La cagué a niveles colosales —suspiré, dejándome caer en la cama.
—¿Por qué? ¿Qué pasó?
Me senté al mismo tiempo que ella tomaba lugar a mi lado.
—El idiota ese me llamó.
—¿Por qué no lo ignoraste como siempre?
—Porque insistió demasiado, incluso apagué el celular y me llamó al teléfono de la casa —bufé—. Lo hizo a propósito, sabía que Miles estaba aquí, quería ponerme en aprietos con él.
—Bastardo —murmuró—. ¿Qué le dijiste a Miles?
—Que era un chico con el que solía salir; fue lo primero que se me ocurrió.
—Y, entonces, ¿cuál es el problema?
—Todo iba bien, lo tenía bajo control, pero... —sentí un nudo en la garganta— ... Cuando iba a colgarle, me dijo: «Kade te manda saludos».
Luna abrió sus ojos, sorprendida y estos se pusieron vidriosos.
—¿Es en serio? —preguntó en un hilo de voz—. ¿Es verdad? ¿O estaba mintiendo?
—No lo sé, no tuve tiempo de preguntarle —sorbí mi nariz—. Miles me quitó el teléfono y lo amenazó para que no volviera a molestarme.
—¿¡Habló con él!? —gritó en un susurro.
—No, ni siquiera le respondió, le colgó.
Rio sin gracia.
—¿No que muy valiente?
—Podrá ser un imbécil, pero es inteligente y sabe perfectamente que no le convenía hablar con él.
Ambas guardamos silencio durante unos segundos.
—¿Te imaginas que el saludo de Kade si sea en serio? —me miró, ilusionada—. Sería la primera vez en años que sabes algo de él.
Asentí, reprimiendo una sonrisa.
—Espero... —me aclaré la garganta al sentir como mi voz se quebró—, espero que sea real. Si no lo es, tengo una razón más para odiar al otro idiota.
Luna negó, apretando sus puños.
—¿Cómo pudo hacerte esto? Sabe el riesgo en que te puso al llamarte, ¿por qué hacerlo?
—Porque lo reté la última vez que hablamos, supongo que quería darme una "lección" —me encogí de hombros—. Ya sabes cómo es.
—Pero, sigo sin entender por qué crees que lo arruinaste; Miles cree que eres solo una víctima y se ve muy preocupado por ti, ¿qué está mal?
—No sé, yo solo... —negué, sosteniendo mi cabeza entre mis manos—. Algo no está bien. Él no es estúpido, Luna, sabe cuando alguien está mintiendo.
—Y tú fuiste entrenada para mentir ante cualquiera, ¿te lo recuerdo?
Suspiré.
—Entiendo que estés preocupada, pero no dejes que ese miedo natural vaya más allá —me tomó de las manos—. Puedes seguir haciendo esto.
—Tienes razón, seguro Miles no sospecha nada y son suposiciones mías.
Asintió.
—Hay una forma de asegurarnos que así sea.
La miré, curiosa.
—¿Cuál?
—No te va a gustar, pero creo que es una buena idea...
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Atrápame si puedes (Completa✔️)
AksiDos mentes brillantes. Ella para el crimen. Él para la justicia. Esto se convertirá en una guerra de inteligencia y estrategias. Solo habrá un ganador. ¡Bienvenido al juego!