Yaoi One Shots

Nezumi x Shion

NezuShi
Anime: N°6

*Narra Shion*

Esto cada vez más parecía un vertedero. No sabía como el chico este conseguía acumular tanta basura tan de repente y en solo un día. Seguí recogiendo algunas cosas por ahí tiradas en el suelo de nuestra, ¿casa?

No, esto no se le puede llamar casa.

Aún así, quise tener un poco de agrado con él después de acogerme aquí. Que quiera o no, él si lo considera como tal.

No toqué mucho su zona de trabajo, aunque me interesaba mucho lo que hacía. Se pasaba horas y horas trabajando en mejorar cada vez más a esos pequeños bichitos. Algo que a mi me fascina. Nezumi podrá ser imbécil, pero cuando tiene que concentrarse y ser serio, así es. Pero yo sé que detrás de la faceta que él quiere aparentar, hay un chico comprometido y muy valiente. 

Aún estaba cansado, no podía dormir bien por las noches y tampoco me sentía bien conmigo mismo. Cada día era un reto para mí el levantarme cada mañana y poder seguir adelante. La situación cada vez se hace más difícil para mí, pero tampoco me quiero ni imaginar el como lo estará pasando él. Teniendo que tener como carga a un chico que literalmente lo único que hace es gastar suministros y limpiar, encima lo hago mal. 

Me miré en el espejo roto, patético. Yo no debería de seguir aquí.

- ¿Otra vez teniendo esos pensamientos intrusivos?

Me sobresalté al escuchar la voz de Nezumi, le miré pero al instante le bajé la mirada. No era capaz de mentirle mirándole a la cara después de lo que pudo hacer por mí. 

- Sabes que no.

- Sé que sí.

Lo escuché acercarse hacia mí. Solo levantó mi cara por el mentón y besó con delicadeza mis labios. Un beso cortito y suave. Le miré con los mofletes hinchados y el ceño fruncido. 

- ¿Qué te pasa? ¿Estás enfadado?

- No.

- ¿No?

Abrazó mis cintura acercándome mucho a él. Me sonrojé un poquito por lo que hizo. Puse mis manos en su pecho intentando separarme de él y giré mi cabeza para no mirarle. 

- No...

Él se rio y yo lo vi de nuevo frunciendo el ceño.

- Te diviertes haciéndome  rabiar, ¿verdad?

- No soy tan malo Shion, no solo haciéndote rabiar. Sabes que después te lo recompensó. ¿O no?

- No.

- A entonces hoy duermes en el sofá solo.

- ¡No!

- No, ya no Shion. Has roto mi corazón.

En ese momento él me soltó y se hizo el digno. 

Juró que lo que hice fue un impulso simplemente instintivo. No sé que pasó, solo me metí en el papel de niño pequeño que no quiere dormir solo porque le da susto. Así que hice lo que fuera. 

Cogí su camiseta y la acerqué para poder llegar a sus labios y besarle de nuevo. Esta vez era más largo, pero no sale de ser un simple beso de labios. Duró unos segundos más que el anterior y fue un poco más intenso. Me separé pero no solté su camisa. Le miré con cara de cachorrito.

- Porfa no... me da miedo y me sigue doliendo el cuello...

No respondió, solo se me quedó mirando con la boca abierta. Unos segundos, yo tragué saliva. Yo nunca tomé iniciativa en hacer esto. Ni siquiera sé porque empezamos a hacer esto. Supuse que era porque Nezumi pasaba mucho tiempo solo y que poco a poco su mente se fue nublando y solo quería "calor corporal". De hecho me sentí un poco mal haciendo esto tan por sorpresa, puede que yo no lo tuviera permitido. 

Me separé de él, pero tampoco me dejó hacerlo mucho. Él me obligó a acercarme mucho más a él, me volvió a abrazar y esta vez agarró mi cabeza por detrás, no por la nuca para no hacerme más daño. Y esta vez si metió mi lengua en mi boca. Esto se intensificó mucho más de lo que pensaba. Solo intenté seguirle el pasó, porque esto era imposible. Aún así lo intenté.

Fue un beso largo, muy largo para lo que estoy acostumbrado. Pero al separarnos me siguió sujetando, respirando un poco agitados. 

- ¿Estás... bien?

Fui yo quien pregunté, me había sorprendido demasiado su reacción. 

- ¿Yo? Sí. ¿Tu estás bien?

- Sí... ¿por qué preguntas?

- Tu nunca empiezas, si empiezas es porque estás drogado bajo los efectos de los medicamentos.

- ¿Por eso te sorprendes? Espera... ¿lo hice más veces?

- Da igual... ¿puedes hacerlo de nuevo?

Unos instantes en silencio y cogí su cara como pude, ya que me seguía abrazando. No supe muy bien si quería que lo hiciese como antes, pero lo hice así. Cogí su cara y lo besé de nuevo. Después de esos segundos me separé. De nuevo, instantes en silencio para que él acabará de nuevo mirándome y diciendo un "otra vez". Me reí y lo volví a besar. Así una y otra vez.

- Otra vez.

- Yaaaa, estoy cansadooo.

- ¿Tumbado te cansas?

- No... ¿supongo?

- Pues vamos a... dormir.

Esa pausa me desconcentró hasta que me cogió en brazos y me llevó a esa cama. Seguimos un rato más dándonos amor y besitos. Para después dormirnos abrazados.

Que pena que fuese la primera y última vez que dormiríamos abrazados el uno del otro.