13.- Sin palabras

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La vida se va en un suspiro, a veces no sabes cuándo será el último, no sabes si mañana verás a todos aquellos que quieres y a todos aquellos que te quieren.

¿Por qué esperar a que la vida se acabe para dar el último abrazo? ¿Por qué esperar a que nuestras almas se separen de nuestro cuerpo para escuchar un te amo de aquella persona que amamos tanto? ¿Por qué siempre esperamos hasta el final para expresar nuestros sentimientos? ¿Por qué nos aferramos a los recuerdos?¿Por qué nos duelen tanto las pérdidas?

Esta vez no tengo una historia para escribir solamente quiero soltar lo que siento, y es que de nuevo me cuestionó ¿Por qué la vida es así? ¿Por qué donde uno ahnela tanto algo es cuando más se lo arrebatan?

Yo los veía con mil planes, con tantos sueños pero ahora están apagados, esos sueños se derrumbaron, uno a uno, veo sus ojos y no queda rastro de la felicidad de hace unas horas, no queda rastro de aquellos momentos que pasaron juntos.

Sus caras pasmadas que solo reflejaban el dolor y la negación han estado ahí por días, no parecen los mismos de siempre están tan serios, tan apagados, cada día les duele más, les duele su ausencia.

Ella se culpa de su partida cuando no debería hacerlo, él tiene miedo de ser una mala persona, un mal padre, ambos tienen miedo de volver a intentarlo, no quieren, piensan que volverá a suceder lo mismo, la muerte se los arrebatará de nuevo.

La muerte es normal para alguien que ya ha vivido su vida, que cumplió algunos de sus sueños, de sus fantasías y que disfruto el tiempo que estuvo en este mundo, pero, ¿Alguien qué aún no comenzaba a vivir es justo que le suceda eso?¿Alguien a quien ni siquiera le han dejado tener sueños?¿Alguien que no logro saber ni quién era? No es normal y duele como no sé imaginan.

No importa si han pasado horas, días, semanas o meses este dolor no va a desaparecer jamás, el recuerdo estoy segura que no lo soltarás pero, debemos dejar de darle toda la atención puede que el dolor no nos termine consumiendo.

Perdón por solo mirar, pero, ¿Qué podría decir? No hay palabras que suenen bien a te el consuelo de un hijo, todo sería estúpido, no veía sentido a causarles más pena por unas idioteces que salieran de mi boca. Solo me queda saber que estoy con ustedes a través de mi llanto y un abrazo, un abrazo donde no encontraron el consuelo porque para recibir un consuelo de perder un hijo, jamás lo habra.

I miss you ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora