No, no hay nada de qué hablar.
Se frotó los labios, pero sus ojos no se apartaron de los míos.
Por favor. Hay cosas que tengo que decirte.
Es demasiado tarde.
Mirándolo, reviví el dolor. Como si aún tuviera heridas persistentes justo debajo de mi piel, a la espera de volver a abrirse.
Sin embargo, no podía dejar de mirarlo.
Partes de mí estaban desesperadas por volver a verlo, a escucharlo y tenerlo cerca mío, y al mismo tiempo quería hacerlo desaparecer. Mi cabeza y mi corazón eran un desastre.
Pablo no parecía con mucha confianza en sí mismo. Se veía cansado.
Había sombras debajo de sus ojos y lucía demasiado pálido.
Sus pendientes no estaban, se habían ido todos.
No es que me importara.
Se balanceó sobre sus talones, sus ojos viéndose desesperados.
Tomas entró en rehabilitación y había otras cosas con las que tenía que tratar. Tuvimos que hacer terapia juntos como parte de su tratamiento. Es por eso que no pude venir de inmediato.
Siento escuchar eso de Tomas -ignoré lo demás-
Él asintió.
Gracias. Lo está haciendo mejor.
Bueno. Eso es genial.
Otro asentimiento.
Pia, sobre Paula...
No -levanté una mano, interrumpiéndolo- No lo hagas.
Su boca se cayó hacia abajo.
Tenemos que hablar -dijo otra vez-
¿En serio?
Sí.
¿Por qué ahora has decidido que estás listo? Vete a la mierda, Pablo. Ha pasado un mes. Veintiocho días sin una palabra. Siento lo de tu hermano, pero no tengo nada de qué hablar contigo.
Yo quería asegurarme de venir por las razones correctas -explicó-
Ni siquiera sé lo que eso significa.
Pia, ¿puedes-
No -negué con la cabeza, el dolor y la rabia presionaron duro-
Así que lo empujé con fuerza, haciéndolo retroceder un paso. Su espalda chocó contra la pared y no tenía un lugar a dónde ir. Pero eso no me detuvo. Comencé a empujarlo de nuevo y agarró mis manos.
Cálmate.
¡No! -grite, necesitaba desahogarme-
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¿QUÉ PASÓ AYER? - PABLIZZA
RomanceDespertar en Las Vegas nunca debió ser así. • Esta es una adaptación. Todos los créditos correspondientes a la escritora original. & RW