Capítulo 4

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Todos los derechos de los personajes usados pertenecen a sus respectivos autores:

The Loud House, propiedad de Chris Savino y Nickelodeon.

Personajes de Marvel y referencias, propiedad de Stan Lee (Q.E.P.D) y Disney.




La familia Burnes había abandonado su vida en New York para mudarse a Michigan, las cosas empezaban bien, consiguieron una buena casa, sus vecinos los recibieron con los brazos abiertos e incluso les brindaron ayuda en arreglar su nuevo hogar, era agradable ese vecindario, incluso los niños albinos estaban jugando, hasta que...


Liberty: ¡MAMÁ! ¡PAPÁ!


Lincoln, el hermano del medio, había sufrido una caída desde la orilla de la piscina a la parte profunda, tenía la cara inflamada un brazo roto y un clavo enterrado debajo del ojo, lo sorprendente era que seguía vivo después de tan fuerte impacto, fue llevado al hospital para ser atendido y el tiempo pasaba muy lento para el padre y las tres albinas, Liberty fue la más afectada, pues fue quien presenció todo el suceso, estaba sumamente perdida en su mente reclamándose por ser una incompetente y no proteger a su hermano como se lo prometió, pero la espera terminó cuando uno de los doctores a cargo de atenderlo salió del cuarto y le dio información a su familia que los dejó completamente fuera de sí mismos.


Médico: Hasta hace un par de horas su fractura comenzaba a alinearse después de que le acomodamos el hueso y le pusiéramos el yeso, incluso su cara empieza a desinflamarse, para ser honesto con ustedes no tengo idea de lo que sea esta anomalía, solo puedo decirles que a la velocidad que va esto, su hijo saldrá de aquí al menos dentro de un mes, posiblemente en menos tiempo.


Sin duda la cosa iba cada vez más extraña, el encargado de ayudar a Lincoln les dijo que literalmente el niño estaba sanando a velocidades inhumanas, era difícil de creer, pero Liberty con solo escuchar que su hermanito menor se recuperaba, eso la alegró y pasó a la habitación a verlo. Cuando quedó cerca de su rostro descansando en esa cama totalmente blanca tuvo esa sensación de querer besarlo, recordando que sus padres lo hacen con toda naturalidad, aunque lo pensó dos veces por miedo a lastimarlo, como si de una frágil figura de porcelana se tratase, al final tomó la iniciativa y terminó pegando sus labios con él, sintió la sensación más dulce que pudo llegar a tener, quería sentir más aquella calidez que encontró en los labios de su hermano pero no lo hizo por el simple hecho de que quería que su hermanito le correspondiera el beso para una mejor sensación.


Liberty: Oh Linky, espero que puedas despertar y poder aceptar mis disculpas por ser una pésima hermana y no cuidarte cómo te lo prometí, sin tan solo despertaras y me dieras igual un beso para que pueda saber que me sigues queriendo, eres muy hermoso Lincoln, sé que cuando crezcas, en la escuela vas a ser el centro de atención de todas las mujeres, pero siempre estaré para ti para que no se te acerquen.

Lorreine: Aunque no quieras algún día el llegará a la casa con una chica y le tendrás que decir cuñada.

Liberty: ¡Mamá!

Lorreine: Tranquila hija, perdón por asustarte, sé que quieres mucho a tu hermano y quieres protegerlo, pero recuerda que no siempre vas a estar para él, no podrás pelear todas sus batallas, eso no significa que dejará de quererte, tú y Linka son motivos suficientes para que sea un gran hombre.

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