Mini maratón chikibeibi así que deja tu voto y comentario <3
2/2 :D
—Lo siento, Isabella, pero el tratamiento va cada vez peor —murmuró mi psicóloga, apretando los labios—. Intentaremos cambiar las medicinas y...
—No. Se acabó. No quiero más medicinas. Solo quiero... solo quiero estar bien. Sonreír sin que sea una sonrisa falsa, ir de fiesta porque me quiero emborrachar...
—Sabes que las cosas no son así de simples, Isabella. Tienes que empezar de poco para poder estar con más gente en el mismo sitio sin que te agobies por ello. Y emp...
—¡Estuve en una habitación con más de veinte personas sudadas hace un tiempo! —alcé los brazos, intentando no desarmarme frente a ella.
—Pero tu cabeza estaba concentrada en otra cosa. En otra persona —jugó con el bolígrafo entre sus dedos, ladeando la cabeza—. Háblame de Iker. ¿Qué sientes por él?
—No te hablaré sobre Iker, Betsy. Ni siquiera sé como lo conoces... si nunca te he hablado de él.
—Es Jessie, Isabella —me corrigió, ignorando mis últimas palabras.
—Lo sé.
—¿Hace cuánto le conoces? —ignoró la manera en como la llamaba, jugando con el bolígrafo sobre la libretita.
—Desde que se cambió al instituto, creo.
—¿Y...?
—Y ya. No hay nada más interesante. Solo eso.
—Mira, Bella, haremos algo. Hace un par de meses atrás tuve una paciente igual a ti y hicimos una especie de tratamiento que... sirvió. Mucho.
—Ya. Te escucho entonces.
—Usa una libreta vieja. Todos los días, antes de dormir escribe como te sentiste ese día y luego de una semana me la traes. Y... no hagas eso de ir de fiesta. No está bien que te liberes yendo de fiesta, bebiendo, forzándote a algo que realmente no quieres —se inclinó hacía delante, apoyando los codos sobre el escritorio—. Puedes ir todos los sábados o domingo al precipicio que hay cerca de la ciudad con una persona importante.
—¿Sabes que eso es una muy mala idea para una chica con problemas mentales?
—No lo es. Confío en ti —me sonrió débilmente—. Y... procura usar condón con Iker.
—¿Cómo...? ¿Qué...? ¡BETSY, DIOS! —me puse roja al instante, sacudiendo la cabeza.
—No soy tonta Bella, y ese chico te importa más de lo que debería —zanjó el tema, sonriéndome—. En fin, tendrás que tomarte la medicina si o sí todas las noches. No quiero que objetes la palabra de un profesional. Y, como concejo, vuelve a ese equipo de baile en tu instituto. Tal vez te serviría para ser la misma chica de antes que sonreía por todo.
—El doctor dijo que...
—Que le den al doctor, Isabella. Haz lo que quieres por ti, chica, no dejes de hacerlo porque el puto doctor con disfunción eréctil. ¡Que se joda el viejo sin erecciones desde los veinte años! Tu tobillo está de puta madre, al igual que lo estarás si haces lo que te gusta por ti.
—Nunca te había escuchado hablar así, Betsy.
—Es que mi horario profesional ha acabado.
—Ya. Gracias. Intentaré hacer eso de la libretita.
—Nada de que lo intentarás. Tienes que hacerlo. Y recuerda pasar por la medicina al hospital antes de las una de la tarde.
Asentí con la cabeza, cogiendo mi mochila de encima de la otra silla. Betsy me dio un beso en la mejilla con calidez y murmuró algo de que bajaría de inmediato ya que tenía que ir a por su hija a la escuela. Así que ambas bajamos juntas por las escaleras, mientras yo la escuchaba tararear una canción.
ESTÁS LEYENDO
Iker Henterman (En edición)
RomanceUn romance adolescente que no había acabado bien. Una chica con rencor, preguntas y el amor intacto soñaba con olvidar al chico que decía no querer nada más con ella. Un chico con problemas, rodeado de fiestas y chicas que deseaba olvidar sentimien...