Devuelta

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¡Chunta!

¡Chunta!

Escuchaba una voz a lo lejos. De pronto sentí como movían mi cuerpo haciendo que poco a poco fuera abriendo mis ojos.

Al abrirlos logre enfocar a la persona que me decía-: ¡Chunta! ¡Despierta!

Junta: ¿Ta... Takato-San ?

Takato: ¿Te sientes bien? -me pregunto con preocupación-.

Al verlo no dudé en tocar mi rostro y ver la parte de mi cuerpo que no estaba cubierto por la sábana. Habia regresado.

Junta: Takato-San...

Takato: Chunta ¿que tienes? No dejabas de decir mi nombre mientras dormiras e incluso en un momento empezaste a llorar -me hizo saber-.

Poco me importo lo que me dijo, ya que no dudé en abalanzarme sobre él envolviendolo y apretandolo con mis brazos.

Takato: Baka*.. . Nos vamos a caer -dijo mientras intentaba no caerse de la cama-.

Junta: ¡Takato-San perdoname! No debí de haber tomado esa actitud -dije mientras frotaba mi cabeza contra su pecho-.

Takato: Esta bien, tranquilo.

Junta: ¡No, no esta bien!

Sentí como mis mejillas se empezaron a humedecer por el líquido que salía de mis ojos.

Las suaves manos de Takato-San acunaron mi rostro mientras lo levantaba con el objetivo de verme a los ojos.

Takato: Lagrimitas no -dijo mientras secaba mi rostro con sus pulgares y me sonreía-. ¿Que te parece si dormimos? Mas tarde conocerás a unas personas especiales.

Junta: ¿Personas especiales?

Takato: Ya lo verás.

Sin más que decir apagó la lámpara que estaba en la mesita de noche de su lado y se acostó mientras me miraba.

Takato: ¿No piensas acostarte?

Parpadee un par de veces para luego acostarme. De inmediato sentí al bultito de gente acurrucarse a mi lado. Lo tome entre mis brazos y lo abrace con fuerza depositando un beso en su cabeza.

Junta: ¿Que hice para merecerte? -susurre mientras acariciaba su cabello-.

Takato: ¿Tú merecerme? Es todo lo contrario ¿Que hice yo para merecerte a ti?

Junta: Takato-San, perdona la pregunta, pero... ¿Las cosas con tu padre...

Takato: Shhh... Tengo sueño, cállate -regaño mientras se acomodaba más-.

Sonreí y obedeci.

Estaba devuelta y tenía mucho que hacer.
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Isao: Sigues siendo tan lindo -decía mientras pellizacaba con fuerza los cachetes de Takato-San-.

Takato: Sueltame o te muerdo -amenazó-.

Memorias de mi Doncel [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora