Capítulo 10

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Naruto movía una de sus piernas con nerviosismo, tendrían un partido amistoso contra una escuela y no era "amistoso" para nada, nunca lo es, lo que le preocupaba es que definitivamente ninguno de sus chicos estaba listo, sin duda estaban en aprietos, si repasaba mentalmente a todos los del club sólo 3 estaban listos para darle una buena pelea a sus contrincantes. Soltó un pequeño grito de frustración, ni siquiera en épocas de exámenes estaba tan frustrado.

— Vamos viejo, relájate un poco — Kiba golpeó suavemente su hombro.

— Eres la última persona de la cual quiero oír eso — se quejó — Si no hubieras salido del equipo no estaría pasando por esto ¡Traidor!

— ¡Sabes que fue por una buena causa!

— ¡¿Una buena causa?! ¡Saliste porque Hinata estaba en el club de artes plásticas y querías estar con ella!

— ¡¿Y eso qué?!

— ¡Eres pésimo! ¡Todos te hacen burla!

— ¡Ellos no comprenden mi arte!

Pelearon por más del tiempo que Naruto estaba dispuesto a admitir, hasta que otro grito de frustración salió de su boca, se quejó nuevamente recostándose sobre la mesa de la cafetería donde estaban, Shikamaru sabía dejado de prestarle atención a sus quejas hace media hora.

— No debí aceptar ser capitán... — murmuro para sí mismo — ¿Por qué no me detuviste, Kiba?

— Trate de hacerlo — recordó con enojo — Pero me ignoraste por completo, imbécil.

— Maldición...

— Anímate un poco ya verás que... — no continuó la frase.

— ¿Qué?

— No sé, la verdad es que si estás muy jodido.

— Gracias.

— De nada amigo, siempre ayudando, ya sabes.

Naruto volvió a hundirse en su miseria, dejó caer nuevamente su cabeza sobre la mesa, suspiró cerrando los ojos, morir era la mejor opción ¿Por qué rayos lo habían hecho capitán en primer lugar? Incluso Shikamaru hubiera sido mejor líder, y eso que el Nara siempre faltaba a las prácticas, mayormente por estar dormido.

— Realmente no sé qué hacer, debería huir, desaparecer del país — susurro — Fingir mi muerte hasta que esto acabe, podría vivir en una alcantarilla, eso es mejor que enfrentar al entrenador.

— Que molesto  — murmura Shikamaru — ¿Por qué no vas con tu novio a quejarte?

— ¿Quién? ¿Cuál novio ttebayo?

— El Uchiha, idiota — contestó con obviedad Kiba  — Se nota a kilómetros que estás loco por el presidente.

— ¡Hey! ¡Claro que no!

— ¿En verdad? — cuestionó con una ceja alzada — Somos tus mejores amigos, puedes mentirte hasta a ti mismo, pero nunca a nosotros Naruto.

— Maldita sea, a veces los odio...

— Parece que lo invocamos — dijo Shikamaru.

A unos metros de ellos se podía ver como Sasuke y otros miembros del Consejo entraban a la cafetería, era casi como rutina, todos los días sin falta en su hora libre Sasuke acompaña a sus amigos a la cafetería para que Suigetsu comprara su almuerzo, era el único que no llevaba comida de casa, Sasuke se quedaría en la entrada hablando con Juugo mientras esperaban a Suigetsu, Karin por otro lado hablaba con cualquier persona al azar que conociera y se le cruzara.

— Háblale — soltó Kiba.

— ¿Estas loco? — le susurró Naruto — Moriré de nervios antes de hacerlo.

— Cobarde — soltó Shikamaru.

— Un completo cobarde — concordó Kiba — Me decepcionas.

— ¡Vamos chicos!

Mientras ellos peleaban, Karin los miró de lejos antes de acercarse a Sasuke con una sonrisa.

— ¿Estas seguro de que no quieres dárselo tú mismo?

— Ya hablamos de esto — respondió su amigo sin mirarla a la cara — No puedo.

— Cobarde.

— ¡¿Eh?! — exclamo muy ofendido por su comentario.

Pero Karin ya se había alejando de él. Se acercó al pequeño pero enérgico grupo de Naruto, mientras soltaba un suspiro, golpeó la cabeza de su primo para llamar su atención. Frunciendo su ceño depositó un chocolate frente a él, Naruto la miró extraño y ella suspiró.

— Te lo manda Sasuke — soltó sin más — Le agradas, no lo eches a perder ¿De acuerdo? Te romperé una pierna si haces lo de siempre.

— ¿Lo de siempre? — preguntó confundido.

— Una estupidez.

Naruto la miró igual que ofendido que Sasuke unos momentos antes, abrió su boca para decir algo pero no hizo, en cambio regreso su mirada al chocolate y sonrió en grande al leer el pequeño papel en la envoltura.

"Anímate, sé que harás un gran trabajo como capitán"

— ¡Agradécele de mi parte!

— Díselo tú idiota — respondió regresando con Sasuke — Háblale de una buena vez.

— ¡¿Quieres que muera tú también?! — le grito, pero ella no se quedó a contestar.

Karin suspiró, ambos eran unos cobardes.

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