Karin miró de arriba a abajo a Sasuke, cuestionando seriamente su cordura, incluso puso su mano en la frente ajena y en la propia para comprobar su temperatura, al ver que todo estaba en orden su ceño se frunció aún más, luego miró detenidamente sus ojos para comprobar que no había ingerido ninguna sustancia ilegal.
— ¿Terminaste? — Sasuke la miró con enojo.
— Aún no — ella contestó, se acercó a él y lo olió un poco pero no olía a nada de alcohol — Bien, termine.
Sasuke rodó los ojos.
— ¿En verdad me estás pidiendo que te enseñe a jugar básquetbol en tus 5 sentidos?
— Si.
— ¿Por qué a mi? — preguntó la pelirroja — Digo, pudiste decirle a Suigetsu.
— El básquetbol de Suigetsu se basa en un estupido anime que vio.
— Hey Kuroko no basket es un buen anime — ante la ceja alzada del contrario, ella reordeno sus ideas — Pero si, entiendo tu punto.
— Además todos sabemos que eres mejor que él.
Karin tuvo suficiente para que su rostro se iluminara por completo, una gran sonrisa de satisfacción se reflejó por toda su cara, quería grabar ese momento para luego mostrárselo a Suigetsu.
— Si me lo pides así ¿Cómo podría decir que no?
Así Karin se convirtió en la entrenadora personal de Sasuke por las próximas semanas, entrenaron cada día para que Sasuke estuviera listo cuando el día del enfrentamiento contra la otra escuela llegará.
Aunque no lo pareciera Karin era una excelente jugadora de básquetbol, Sasuke pensaba que tal vez era de familia. Ella había estado durante la mayor parte de su vida en un equipo de básquetbol hasta que un día decidió salirse, una vez Juugo le preguntó sobre ello y Karin sólo había respondido que simplemente tenía otras cosas qué hacer y que ya no podía dedicarle tanto tiempo.
— ¡Vamos, Sasuke! ¡Intenta quitarme el balón!
Sasuke no podía apreciar ese intento de darle ánimo después de jugar día tras día contra Karin, al poco tiempo se dio cuenta del asco de jugador que era.
— Ni siquiera sé por qué hago esto...
— ¡Vamos!
Suspiró y siguió con su entrenamiento.
Durante su entrenamiento con Karin varias veces llegó a cuestionarse la importancia de mejorar, diablos el básquetbol era demasiado difícil. Karin siempre trataba de animarlo diciéndole lo mucho que había progresado en el tiempo que llevaban entrenando y aunque le costara admitirlo eso le había motivado un poco.
— Te entrenare lo suficiente para que mínimo no pierdan tan miserablemente — esas fueron las dulces palabras de su amiga.
¿Saben cuál es la peor parte? El dolor en el cuerpo, a Sasuke le dolía el cuerpo como el demonio la primera semana. No podía subir las escaleras sin detenerse cada escalón por el dolor, ser deportista era demasiado duro, recordaba esos tiempos de gloria cuando Itachi había iniciado a jugar béisbol y regresaba a casa con dolor de cuerpo, recuerda haberse burlando de él e incluso golpear una de sus piernas para aumentar el dolor, ahora era diferente, no volvería a reírse de Itachi cuando volviera de su entrenamiento.
— No tienes idea de lo gratificante que es verte así querido hermanito — una sonrisa burlona se plantaba en los labios de Itachi.
— Cállate, tonto hermano mayor.
— Vamos, sigue subiendo las escaleras, te esperare aquí — pidió en el último escalón, riendo cada vez que Sasuke soltaba una queja — Ponle más empeño a esa cara, no puedo sentir bien tu dolor.
— Te matare — murmuro poniendo una mueca al subir otro escalón.
— Me voy a divertir mucho.
— Te odio.
Pero cuando el día de elegir a los titulares para el partido llegó y de la boca de Naruto salió un:
— Uchiha Sasuke.
Sasuke supo que había valido cada maldito segundo.
Con esto finaliza el maratón, gracias por su tiempo.
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Amigos de miradas
Hayran KurguTal vez conocían sus nombres, pero no habían cruzado palabra nunca, sólo algo era seguro eran "amigos" a su forma. Se podría decir "amigos de miradas". No se permiten adaptaciones sin permiso.