Capítulo 7

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— A este paso, ningún maestro volverá a creerte.

Esas palabras vinieron de Suigetsu, Sasuke soltó un suspiro recargando pesadamente su cabeza sobre su mano. Lo sabía, estaba totalmente consciente de que a ese paso los maestros terminarían por darse cuenta de la pequeña "amistad" que tenía con Naruto. Y lo admitía, salvarle el trasero no era la mejor opción para una buena acción del día.

— Que me lo digas tú lo hace aún peor — se quejó Sasuke.

— Oye aún soy parte del consejo estudiantil.

— Puedes recordarme — intervino Karin, sentada a unos pasos de ellos dos sobre una silla despreocupadamente — ¿Cuál es tu función aquí?

— ¡Lo mismo para ti!

— Creo que Suigetsu volvió a olvidar cuál es su posición... — murmuró bajo Juugo.

— No me sorprendería — dijo Sasuke ignorando los gritos de Suigetsu — ¿Y Akame?

— ¿Ella aún viene aquí? — cuestionó Juugo — Creí que se había cambiado de escuela.

— ¿Lo hizo?

— Mejor aún — dijo Suigetsu — No hacia nada.

— Como tú.

— ¡Cierra la boca de una buena vez, cuatro ojos!

— ¡Trata de obligarme, maldito pez!

Y la pelea siguió, Sasuke decidió hacer cualquier otra cosa que implicara no ponerle atención a los dos individuos a su lado. Acaban de pasar una de las etapas del ciclo escolar más atareadas, así que ahora podía relajarse un poco. La ventaja de ser parte del consejo estudiantil era que podían faltar a ciertas clases por asuntos de organización de eventos o algo parecido, también tenían una aula sólo para ellos, esta contaba incluso con un baño propio y una cafetera, aunque de vez en cuando el trabajo era realmente cansado, tenían que lidiar con los maestros y los alumnos incompetentes con preguntas demasiado obvias.

A Sasuke simplemente no le pagaban lo suficiente.

— Es-Esté yo...

El tartamudeo en la puerta capta la atención de más de uno, entre ellos, claro, está Sasuke. Haruno Sakura se encuentra nuevamente en el aula del consejo estudiantil, no hay que ser muy listo para saber a quién busca. Sus manos se mueven nerviosamente por sus cabellos rosas y un rubor aparece en sus mejillas, Sasuke quiere pensar en todo menos en la posible razón de su llegada.

— Te traje unos brownies — explicó — Hubo un taller, muchos grupos participaron y...

Si, Sasuke lo sabía, se rompió la espalda organizando los horarios.

— Te hice unos.

— ¡Que linda! ¡Sasuke yo quiero! — Suigetsu tenía tendencias suicidas, o al menos eso opinaba Sasuke, a quien acaba de interrumpir.

— ¡En verdad eres un idiota! — gritó Karin.

— Gracias — fue lo único que dijo Sasuke, después de recibir los brownies— No debiste hacerlo, lo sabes — no quería darle falsas esperanzas a la chica.

— Lo sé — respondió con simpleza — Oh les mandaron esto — de su mochila saco otra caja de brownies — Bueno, me voy ahora.

Sasuke no se molestó en verla irse, en cambio su vista se dirigió a las cajas en sus manos, eran totalmente diferentes, unos brownies por un lado se veían ordenados y apetecibles, mientras que los otros sólo prometía un buen dolor de estómago. Los de Sakura tenían un pequeño adorno en cada esquina, se veía que se había esforzado, los otros eran demasiado comprometedores, aunque también se veía el esfuerzo.

— ¿Quién mierda nos quiere matar? — se quejó Suigetsu al ver la segunda caja — Me quedó con los de la acosadora — informó tomando uno de la caja de Sakura.

— Por primera vez, estoy de acuerdo — dijo Karin imitando su acción — Quiero una vida larga.

— ¿De quién es? — Juugo se atreve a preguntar.

Pero Sasuke no contesto nada, porque Sasuke pudo haber sido el único que leyó la pequeña nota sobre la caja, pero eso no significaba que los demás no tuvieran una idea.

"Gracias por ayudarme otra vez"

Una pequeña sonrisa en sus labios confirma las sospechas de los demás.

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