Capítulo 23

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Yongsun rompió a reír a carcajadas cuando Henry levantó a Byul del suelo para alzarla en brazos. Byul era alta, pero Henry era como una torre a su lado, de modo que no tuvo otra elección que agarrarse bien a él.

—¡Bájame, grandullón! —le dijo en tono de chanza.

—¡De eso nada! ¡Hace veinte años que no te veo!

—Sólo son quince, y sigo siendo capaz de darte una patada en el trasero.

—¡Oh, sí, ya me lo imagino!

Sin embargo, volvió a dejarla en el suelo, abrazándola esta vez con algo más de delicadeza mientras le decía:

—Estás estupenda.

—Gracias, Henry. ¡Caramba, cómo has crecido!

Henry flexionó ostentosamente los bíceps.

—¡Tengo que trabajar para ganarme la vida! —dijo, pero al momento su sonrisa se extinguió—. Siento lo de tu padre, Byul.

Ella se encogió de hombros, sin saber qué decir.

—¿Va a venir Min Ah? —quiso saber Yongsun, quien explicó seguidamente a Byul—: Min Ah es su prometida.

—Vendrá enseguida.

—¿Prometida? ¿Primer intento, Henry?

—He estado trabajando mar adentro durante tanto tiempo que es difícil mantener una relación normal.

—¿Eso es un sí o un no? —replicó Moonbyul sonriendo de oreja a oreja.

Henry se ruborizó.

—Segundo intento. El primero no llegó a durar ni un año.

—No es que tome partido por ella, Henry, pero con veintitrés años y recién casada, que tu marido se te vaya cada dos por tres durante todo un mes no debe de hacer demasiada gracia.

—Sé que sigues siendo amiga suya, Yongsun, no tienes por qué darme explicaciones.

Yongsun se volvió hacia Byul.

—A lo mejor la recuerdas: Yoo Hyo Min. Iba un curso por delante de nosotras en el colegio.

—El nombre me es familiar.

—Bueno, yo me voy. Me niego a quedarme aquí charlando sobre Hyo Min. Por favor, no la menciones ante Min Ah. Ya sabes que no se soportan.

—¡Dios mío, pero si llevas doce años divorciado, Henry!

—Eso no tiene nada que ver, y tú lo sabes.

—¿Lo dices en serio? ¿Min Ah sigue enfadada por aquello?

—¿Por qué? —quiso saber Moonbyul.

—Hace unos años, durante el concurso de cocina de la feria del condado, Hyo Min dejó caer accidentalmente la tarta de nueces pecaneras de Min Ah.

—¡¿Accidentalmente?! ¿Es eso lo que te contó? —exclamó Henry volviéndose hacia Byul—. Min Ah y Hyo Min eran las dos finalistas. ¿Cómo podía hacer caer la tarta accidentalmente? Lo hizo porque Min Ah y yo acabábamos de empezar a salir juntos, lo sé muy bien.

Byul y Yongsun se miraron, divertidas.

—¡Fue así, y tú lo sabes, Yongsun!

—¡Vaya, aquí estáis los dos! —exclamó Yong Hee—. Ni siquiera sabía que hubieseis llegado.

—Yo acabo de llegar —dijo Moonbyul —. Estaba poniéndome un poco al día con Henry.

—Pues no sé qué le habrás hecho hoy a mi marido, pero me ha enviado una docena de rosas al café, poco después del mediodía. La única vez que había hecho algo así hasta ahora fue cuando le dije que estaba embarazada de Yesol. Y ruego a Dios que no sea ese el caso —dijo Yong Hee acercándose más a ella—, ya he tenido dos extras para compensar lo de Yongsun.

Tras el telon de pino [Moonsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora