-Wow... -tras un largo suspiro, me pude dar cuenta del silencio perturbador que invadía mi apartamento.
Por largos años de mi vida he vivido prácticamente sola, y me gusta. Me encanta hacer las cosas a mi manera, cómo se me dé la gana, pero ya que me incomoda hacerlo frente a los demás, es más fácil vivir sola.
Quién lo diría... Una adolescente de apenas 16 años, sola y abandonada en Inglaterra. Que trágico suena, pero realmente no podía desaprovechar esta oportunidad que me ofreció mi tía Mel.
Puede que se escuche feo el decir que soy una "mantenida" pero que vá, lo soy. Mi tío, el que era esposo de mi tía Mel, murió varios años atrás, cuando yo aún vivía en casa de mis padres. Al morir mi tío, en su testamento me heredaba el 50% de todo lo que ganó en su vida, el otro 50% era para mi tía. No tuvieron hijos, y ellos me "adoptaron" como suya, los considero más cercanos a mi que mis propios padres. Mi tío Derek fue un gran director de películas de suspenso/terror, su herencia me puede durar de por vida si la sé usar de la manera correcta.
Pff... Fui la sobrina privilegiada de la familia, mis primos me envidian. Eso, envidienme malditos.
¿Han escuchado de las niñas prodigio? De esas que son súperinteligentes y que a muy temprana edad terminan los estudios. Soy una, aplausos por favor. En la universidad me especializé en medicina forense ya que me siento muy atraída a las muertes, me emocionan.
Si en este mismo momento estuviera trabajando en algún lugar, sería multiextrasuperultramegahiper-millonaria. Ok, sin exagerar, pero tendría más dinero del que tuvo Steve Jobs. No se en qué lo gastaría, o en quién...
En fin, tal vez considere mudarme a un lugar más cálido que este simple apartamento.
Me dirijo a mi pequeña cocina a conseguir algo para llenar el vacío; posiblemente recaliente la pizza hawaiana del otro día.
Tal y como lo supuse. Me encuentro en mi cómodo sofá comiendo pizza, escuchando música y releyendo por 4ta vez mi libro favorito. Creo que podría decir cada palabra de memoria.
Mi vida es algo aburrida. Sí. Es una rutina eterna. A veces trato de cambiarla un poco llendo a la biblioteca o saliendo a caminar o... metiendome en peleas callejeras, soy muy precavida con respecto a que la polícia me atrape, no por miedo a que me metan a la cárcel, sino porque lo hace más intersante así.
De pequeña me peleaba con los niños de la colonia para ganarme sus juguetes.
Oh mierda... Se acabó la pizza y ahora no recuerdo lo que leí. No entiendo por qué últimamente me sumerjo tanto en mis propios pensamientos. Parezco la chica de mis libros. Diablos, necesito más amigos.
Nah, que flojera. Ya es media noche, necesito dormir, mejor mañana salgo.
Tal vez vaya al nuevo café que abrieron a pocas cuadras de mi edificio, posiblememte vaya.
ESTÁS LEYENDO
No lo toquen, perras.
Teen FictionHay una enorme variedad de esas historias tontas, novelas y demás que se centran siempre en la chica que sufre el mayor desamor de su vida y que al final siempre termina en donde empezó, con el chico guapo que la veía como una más del montón; ya sab...