Capítulo 3

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Joder... estoy cansadísima y el día aún no termina. Tengo que bañarme, y llevare mi ropa a la lavandería para quitar la escena del crimen de mis pantalones.
Mientras preparo la bañera, decido llamar a Yuuna, hace bastante tiempo que no hablamos.
Desbloqueo mi iPhone y busco en mis contactos Yuuna Ye y presiono "llamar". Contesta al tercer "beep", ¡milagro!
-¿Se encuentra Yuuna? -claro que tengo que preguntar, ¿qué pasa si cambió su número y ya no es ella? ¿O si en la calle se le cayo junto al de una persona que traía el mismo teléfono y este no es el de ella?
-¿A quién buscabas, idiota? -con todo este tiempo de conocerla, sé muy bien que esta aguantando la risa del otro lado del teléfono.
-Ay, bueno, podría haber sido otra persona.
-¿Y por qué otra persona habría de contestar mi celular?
-Yo que sé. Existe la posiblidad de que te hayan robado el teléfono o que yo haya marcado a otra persona.
-Si, aja. ¿Se te ofrece algo? Tengo cosas más importantes que estar discutiendo contigo sobre el por qué un ladrón de teléfonos contestaría mi teléfono -pinche Yuuna, o te calmas o te calmo.
-¿Sabes algo? Adiós -colgué antes de que me soltara un discurso insultador.
Conozco a Yuuna prácticamente desde que éramos fetos, es más, desde que éramos espermatoziodes. Bien, no tanto. Con el tiempo aprendía lidiar con ella, ya que somos la misma persona en ciertos aspectos. Ya llamará la maldita.
Mi teléfono vibra exaxtamente 7 minutos después de haber colgado. Já.
-Hey, Kinita de mi corazón, lo lamento. Estoy algo estresada, nos asignaron un nuevo profesor.
-Bien, ¿y qué con eso?
-Pues si fuera legal, en el panteón ya habría una lápida con su nombre en ella, añadiéndole un bonito "Asesinado felizmente por Yuuna Ye".
-Y los cocodrilos usan zapatillas, si. Dime cuándo el hecho de que algo sea ilegal te ha detenido por hacerlo.
-Esta bién, realmente no es por el trámite legal. Es por lo malditamente ardiente que es -la palabra "pervertida" viene a mi mente.
Yuuna esta completando los últimos años de su carrera. Ella y yo habíamos acordado que por más larga que hubiera sido la carrera, nos las arreglaríamos para terminarlas al mismo tiempo y viajar por el mundo juntas. Cuando apenas entramos en la adolescencia, Yuuna se estresó demasiado con todo y decidió darse un año para ella misma, lo que la retrasó muchísimo, y tiempo despues terminé todos mis estudios. Ella decidió estudiar gastronomía, yo sinceramente no podría, puedo causar una bomba mas letal que la de Hiroshima solamente con cereal y leche. Al graduarme, inmediatamente viajé hasta Inglaterra, donde me encuentro ahora, y nos distanciamos. Desde que me fui solo hemos hablado dos veces: la de hace unos minutos, y despues de que colgué, esta es la segunda.
-Maldita pervertida, ¿por qué quieres matar a la octava maravilla del mundo?
-¡Me presiona demasiado! Me sacará canas fosforilocas. Yo creo que no soporta que yo sea mas hermosa que él.
-Yo mataría por canas fosforilocas.
-¿Lo ves? Estamos en las mismas, querida Kina. Y si sigues pensando en arrebatarme mis canas, nos veremos en la misma celda -estallé en risas.
-¿Y cómo se supone que te veré si... -Yuuna me interrumpe.
-Lo sé, tu allá tomando té con la Reina, y yo acá manteniendo a los políticos.
-Nunca he tomado té con la Reina -ay Dios, me duele el estómago de tanto reír-. Iba a decir que cómo se supone que te veré si yo ya te habría matado para conseguir tus canas? -Yuuna se ríe con su típica risa de puercoburrofocahiena logrando sacarme lágrimas de la risa.
-Touché. Pero no sabes que mi arma secreta es convertirme en un alma atrapada en este mundo para arormentarte en tu celda.
-¡Basta, asiática! ¡Me haré pipi!
-¡No grites! ¡Recuerda que tu voz va directamente hacia mi oído interno! -ok, me calmaré por el bien de ambas-. Eso, así me gusta, sumisa. ¿Dime a qué debo el honor de que la íntima amiga de la Reina me llamara?
-Calma tu caballo asiática, solo quería conversar, sabes si seguías viva o no.
-Lamento informarte que estoy muerta y hablas con mi espíritu.
-¡No! Yo quería esas canas -hago un puchero aunque a través del celular no pueda verlo-. Y cuéntame, ¿por qué no te has cogido al maestro sexy?
-Lo estoy planeando.
-Qué inteligente e ingeniosa, eres el orgullo de la familia Yuuna Ye -sarcasmo mode on-. Hey, ¿recuerdas el café al que fuimos una vez?
-¿Uno que se llamaba Starwars?
-No, Starbucks, idiota.
-Es lo mismo.
-Bien, pues abrieron uno cerca del apartamento.
-Qué bien. ¿Qué tal está? No, no respondas eso. Mejor dime, ¿con quién peleaste? -qué bien me conoces pequeña oriental.
-Con una ancianita, pero ese no es problema.
-Wow, ¿existe un problema?
-Es el sexto día del mes, Yuuna. Recuerda lo que pasa ese día
-Se abre la caja de Pandora.
-Oh si, y trajo consigo una explosión de color en mis jeans -la risa de Yuuna a través del celular por poco me deja sorda de un oído.
-¿Es enserio? ¡No puedo creerlo! Hasta me da vergüenza hablar contigo.
-Hey.
-Es broma Sr. Rojas, no te me pongas emocionalmente inestable.
-Te burlarás aún más cuando te cuente lo demás -aún sin abrir mi boca, se empezó a reír-. ¡Cállate! Es realmente vergonzoso... Vi a un chico, un chico lindo, y vio la escena del crimen.
-De pura casualidad, ¿no se llamaba Andrés? -ya no rías pendeja. Ouh, se calló. Tengo poderes-. Espera, ¿dijiste un chico? ¿Un chico chico? ¿Uno lindo? Si es lindo, significa que no le rompiste la cara, y el que no le hayas roto la cara significa...
Oh oh, silencio incómodo.
-¿Sigues ahí, Yuuna? -nunca he tenido novio, o me he enamorado, pero no hay por qué exagerar tanto. WOW, ¿QUÉ? ¿ENAMORADO? ¡Oh gran demonio del amor, te ordeno que dejes el cuerpo de Kina en este mismo momento!
-Quiero que me digas con quién di mi primer beso -¿y eso a qué viene?
-No entiendo.
-Necesito saber si eres tú. Ahora responde -eso confirmó el hecho de que hay un demonio diabólico dentro de mi.
-Basta Yuuna, esto estúpido, ¡Soy yo, Kina! ¡Kina piscina!
-¡No me importa que seas una piscina! Dije que respondas, o haré que te busque la mafia rusa y corte tooooodas tus extremidades -me esta asustando esta maldita asiática, le dije muy seriamente que dejara de ver documentales de los Yakuza.
-No explotes, responderé, tranquila.
-No puedo creer que todo este tiempo estuve hablando con un.. un.. ¡Un lo que sea! ¡Dónde tienes a mi amiga, maldito loquesea! Iré por ti, ¡te lo advierto, estoy subiendo al avión!
-¡Lo diste con ese chico raro de último grado! Este... Se llamaba... -Yuuna empezó a hacer sonidos de un avión despegando. Me preocupa el grado de locura que puede llegar a veces-. ¡Tobias! ¡Tobias, maldita sea!
Hubo otro silencio incómodo.
-Necesito los detalles. Rápido.
-¿Qué? No, estas demente.
-Estoy llendo por ti, secuestrador de amigas. ¡Te cortaré las bolas si no respondes rápido!
-¡YUUNA! ¡YO NO TENGO BOLAS! -necesito romper algo, rápido, rápido. ¡No demonio del amor! ¡El jarrón no!
-¿Qué fue eso? ¡Qué le hiciste!
-Tu maldito primer beso fue con Tobias el de último año. Él era mayor, mucho mayor que tú y era estudiante de intercambio de Venezuela y se gustaban. En la graduación te llevo a las gradas de la cancha de fútbol de la escuela y casi cogieron pero tu mente inocente no conocía los condones entonces no cogieron pero él te empezó a tocar las... -la muy perra me interrumpió. Tomé una gran bocada de aire, hablar tan rápido me dejó sin oxígeno.
-¡Basta! Basta. Eres tú -¡JÁ! En tu cara.
Otro silencio más.
-Debemos dejar de tener silencios incómodos -dije yo.
-Estoy de acuerdo contido -tras unos cortos segundos añadió-: Amiga, sobre lo del chico del café...
-¿Qué con él? -yo sabía la respuesta, pero escucharlo de la persona que me conoce mejor que nadie, era como si la Reina de Inglaterra firmara una hoja con las verdades de todos, y que ahí estubiera...
-Estás enamorada.
Mierda.

No lo toquen, perras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora