Yuuna se comió una hamburguesa de doble carne con unas papas grandes, pero se sentía muy solita y tuve que comprar una para comérmela con ella. Sí, un gran sacrificio.
Después regresamos a mi apartamento para limpiarlo un poco y para que Yuuna se instalara en la habitación para huéspedes. Como el tiempo le sobró, ella misma decoró la habitación a su manera. Creo que se quedará por un largo tiempo.
El resto de la tarde conversamos para ponernos al día sobre lo que a ella le había pasado en California, y a mi aquí, en Londres.
Estamos Yuuna y yo en la sala de estar viendo una película, creo que se llama El día de los enamorados, y haciendo comentarios fuera de lugar cada 5 minutos.
-Odio San Valentín. Siempre estoy sola -dice Yuuna cruzando los brazos y haciendo un puchero.
-¡Mentirosa! Siempre pasamos San Valentín juntas.
-Me refiero a compañía masculina, del sexo opuesto, un chico -Yuuna ronrronea como gato. Olvidaba que de nosotras dos, ella era la hormonal. Y yo la del cerebro.
-Entonces, ¿qué? ¿me pongo un bigote o... ? -en mi teléfono suena una alarma indicando que son las 7 pm-. ¡Carajo! ¡Tengo que empezar a arreglarme! -digo dando un brinco fuera del sofá corriendo hacia mi habitación. Yuuna repite mi acción y me sigue.
-¿Arreglarte? ¿Arreglarte para qué? -a Yuuna le cae una blusa blanca sobre la cabeza que yo lanzo sin ver buscando algo decente para ponerme-. ¡Hey! No me lanzes tangas, stripper mal pagada.
-Para la cita -le lanzo un pantalón y se vuelve a quejar- que tengo con Carter. De la que -un par de calcetines golpean su cara y decide recostarse sobre la cama para ya no ser brutalmente golpeada por mi ropa- de la que te conté.
-Si, ok. ¿Y enserio necesitas sacar todo tu repertorio de ropa negra?
-Yuuna -me volteo a verla-, no toda mi ropa es negra. Tengo negra y blanca. y pantalones de mezclilla -y continúo con mi búsqueda.
-Hubo ciertas veces que te vi con ropa de otros colores, colores que merecen el nombre de "color".
-Si, ajá -por fin encuentro algo decente para ponerme-. ¡Ajá! ¡Te encontré perra! Oh, y Yuuna -volteo a verla de nuevo, esta acostada de lado burlándose de mí y su mano sostiene el peso de su cabeza-, el negro y el blanco son colores.
-Cómo digas. Empieza a vestirte que se te hace tarde, Cenicienta.
Me visto con una blusa blanca suelta, mallas lisas negras casi transparentes, un short negro y botas negras. Dejé mi cabello al natural.
-Yuuna.
-Dime, Cenicienta.
-Estoy nerviosa, y apenas son las 7:30.
-Es que en realidad no te has arreglado Kina piscina.
-¿De qué hablas? Tú misma viste que casi convulsiono por no encontrar ropa para vestirme.
-Terminaste poniéndote algo similar que en la mañana. Pero no hablo de eso -Yuuna sale del cuarto y va al suyo, que esta frente al mío, a buscar quiénsabequé.
-No es el momento para buscar otra entrada a Narnia -Yuuna entra nuevamente a mi habitación con su bolso y se sienta en la cama.
-Te presentaré a mis amigas -saca otro pequeño bolso-: labial, rímel, rubor y delineador.
-Estas loca mujer, no usaré esas mierdas -le dije retrocediéndo un paso.
-Claro que las usarás. Es una cita Kina, y dado al hecho de que estas vestida como si fueras a salir conmigo a ver cómo vuelan las moscas -miro mi atuendo, y realmente no esta tan mal como dice-, tengo que darle un poco de iluminación a tu rostro.
-Dije que no, asiática.
-Oh, ¡vamos! Solo un poco de brillo labial y delineador, tal vez rímel, creo que necesitas algo de rubor, puedo hacer magia con unas sombras que tengo... -la interrumpo.
-¡Basta! Me gusta así.
-Kina, no entiendes el concepto de cita.
-Tal vez porque es la primera que tengo.
-No es solamente una salida de amigos. Es una ci-ta. Ci de "ciertamente me gustas" y Ta de "también a mí". ¿No quieres que Carter toque a tu puerta y diga "Wow, estoy locamente enamorado de ti. Mis felicitaciones a tu asombrosa mejor amiga Yuuna por el estupendo maquillaje que cubre tu magnífico rostro"? -me río un poco-. Por cierto, ¿ya les dijista a Landon y a Paul que lo dejaran pasar, cierto?
-Sí. Lo hice mientras tapabas mi baño.
-No te salgas del tema.
-Bien.
-Entonces, ¿dejarás tu cara en mis manos?
-Pues no literlmente, pero sí -Yuuna suelta un gritito de alegría y da saltitos como niña pequeña.
Al final, solo se ve un poco el delineador y el brillo labial. No se ve tan pesado.
-Quedaste hermosa -Yuuna me dedica una de sus lindas sonrisas asiáticas. No sé cómo son, pero es asiática.
-Gracias Yuuna.
Tocan a mi puerta.
Intercambio una mirada nerviosa con Yuuna suplicándo por que llegue un dinosaurio y se trague a Carter para que yo no tenga que salir.
Mis manos sudan y mi celular se resbala de ellas golpeando el pie de Yuuna, ella solo exclama un "¡AY, HIJADEPUTA MALDITAMALPARIRDA MIPUTOPIE!" y se calma.
La puerta sigue sonando.
Tal vez si no la atiendo él se vaya.
-Kina, tienes que ir.
-Lo sé.
-Y me duele mi pie.
-Lo sé.
-Bien, ahora vete -asiento-. Suerte.
Guardo mi celular y mi cartera con mis tarjetas de crédito y débito y mi dinero dentro de un pequeño bolso negro.
Abro la puerta.
Él esta guapísimo.
Y yo muero de nervios.
Vaya, ¿qué le ha pasado a la chica ruda?
-Kina -dice en un susurro-. Te ves hermosa.
Suelto un suspiro.
Me tienes loca, Carter.
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No lo toquen, perras.
Novela JuvenilHay una enorme variedad de esas historias tontas, novelas y demás que se centran siempre en la chica que sufre el mayor desamor de su vida y que al final siempre termina en donde empezó, con el chico guapo que la veía como una más del montón; ya sab...