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Siempre me gusto saber muchas cosas, mi curiosidad me ha llevado a donde estoy parado ahora, a veces cosas buenas y otras malas. Pero por suerte, buenas. En mi colegio era el mejor de la clase, aunque no hablo casi nunca, mi deber es hacer las tareas y aprobar con las mejores notas pero no para presumir sino para poder salir algún día de este pueblo y forjar un futuro mejor. Estábamos a 1 de marzo cuando me llego una noticia bastante inusual. La nota al principio eran felicitaciones por mi nivel de conocimientos, (eso era bueno sin embargo, seguí leyendo) me brindaban la posibilidad de entrar a la mejor escuela de Daplen. Esa nota me pareció bastante... como decirlo... poco creíble. Consulte con mis padres y ellos se alegraron muchísimo de lo que había logrado. Seguimos leyendo y decía lo siguiente.

_Tus profesores han informado que tu conocimiento es alto y tus capacidades notorias. No solo en tus notas sino en tu poder crítico y reflexivo. Y nos encantaría que vinieras a estudiar a nuestro colegio para poder ayudarte a crecer cada día más, un talento así es mejor aprovecharlo.

Mi padre me abrazo mientras que mi madre lloraba de la alegría pero yo aún no caía. Pero siempre yo con mi pesimismo, pare los festejos, el momento emotivo y dije.

_Muy lindo y todo pero es imposible.

Mi padre borro la sonrisa y dijo.

_Es un orgullo que hayas llegado tan lejos y haremos lo posible para que vayas a ese colegio.

Yo lo mire con rareza y añadí.

_¿Cómo haremos?.

Mi padre mientras guardaba la carta, dijo.

_Por ahora esperar.

Magnanimidad.(Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora