Magnanimidad.(Terminada).

25

Me he cansado, me iré de nuevo a mi casa. No aguanto ni un día más en esta maldita cuidad. Agarre mis cosas y sin decirle nada a nadie me dirigí a la terminal. Me fui caminando unas largas cuadras, hasta que por fin había llegado a la parada del colectivo. Tenía ganas de matar a todo el mundo cuando veo en una escalera a una chica, llorando. Ese llanto acabo con mi enojo egoísta. Algo me decía que por más enojado que este debía ayudar a esa persona que tal vez estaba peor que yo. Me acerco y cuando la chica levanta la cabeza era Alize.

_¿Qué quieres?. Me pregunta Alize tratando de ocultar el llanto.

_ Poder ayudarte. Respondo yo que aún no caía que era Alize.

Ella entre una lucha para poder hablar, contesta

_¿Por qué harías eso?.

Yo me siento al lado suyo y respondo.

_Bueno...porque no sé qué hacer cuando alguien sufre, lo que si se es que debo preocuparme, ¿Me dices que te pasa? por favor.

Alize contesta con algo de fastidio.

_Hoy...se cumple un año de que mi madre ha muerto.

Alize sigue con la lucha, y vomita.

_ Y justo hoy es mi cumpleaños.

Alize empieza a llorar y dice como puede.

_No sé qué hacer, lo único que hago es maldecir este día.

Ella vuelve a reprimir el llanto y dice.

_Agg, ni se porque te cuento si solo hemos hablado una vez.

Yo pregunto más fríamente.

_¿Y que tiene con que hayamos hablado una sola vez?.

_Y que no hay confianza, ¿¡Eres imbécil!?.

_Tal vez ya no podías seguir callando tu dolor.

Alize me mira y se levanta enojada diciendo.

_ ¿¡Que rayos te pasa!?, ¿¡Ahora eres psicólogo!?, ¿¡Eres mi psicólogo!?, ¿¡Mi hombro para llorar!?. ¡¿Mi...

La abrace, fue lo único que se me ocurrió. Pero la abrace fuerte, para que pudiera sentir que no estaba sola, para que supiera que también yo estaba con ella, para que pudiera sentir algo más que dolor.

Nos abrazamos por unos largos segundos cuando la solté porque ya estaba más calmada. A lo que ella se secó las lágrimas y dijo.

_Perdón, cuando estoy mal digo muchas estupideces.

_¿Y quién no?.

Los dos sonreímos como aquella noche. Me alegro saber que pude hacerla sonreír en medio de todo lo que le estaba pasando. Los dos volvimos a tomar asiento y Alize me dijo.

_Tu tampoco te ves feliz.

_ No lo estoy.

_¿Por?.

Yo tome aire y dije.

_Desde que llegue aquí solo he tenido decepciones de este pueblo, murió mi abuela, en la escuela nadie me quiere y me humillan constantemente, me siento solo y lo peor de todo es que se cosas que nunca quise saber. Y no sé qué hacer con lo que se, ni siquiera sé qué hacer con mi vida.

Alize me miraba fijo mientras mi cabeza se lamentaba mirando al suelo. Ella me pregunto objetivamente.

_¿Y te iras?, ¿No?.

_Eso creo, vine hasta aquí para irme al carajo.

_Yo no te conozco Comarc pero hoy demostraste ser más de lo que jamás pensé, tienes que ir por todo, demostrar lo que me demostraste ahora, ayudando a alguien que solo viste una sola vez. Pusiste en evidencia lo que eres, y mostraste algo que aquí nadie muestra.

_¿Que cosa?.

_Tener verdadera empatía por los demás.