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Fui a darle un colchón a Martin para que durmiera al lado del fuego y pudiera estar cómodo, cuando le fui a dar unas sábanas el me sorprendió diciéndome.

_Mi padrino abuso de mi cuando era un niño.

Yo sin mirarlo y en shock me quede callado. El continúo diciendo.

__Y cuando te vi pensé que era la mejor manera de sacar toda esta rabia que tengo en mi pecho, mi vida es una porquería y cada vez que pienso en eso, mi día, mi mes y mi año se arruinan.

Yo miro al chico rubio y veo que trata de aguantar todo lo que sentía. Me acerco y me siento a su lado y le digo.

_El dolor debe ser espantoso y no puedo ni imaginármelo, pero no tienes la culpa de que tu padrino te haya hecho eso. Aquí estas seguro y no debes mostrar el chico rudo que crees ser, yo ahora que lo pienso el dolor que sentías y sientes no es nada al comparación de lo que me hiciste, actuaste bajo una herida. No hay nada que perdonar, lo que si debes perdonar es a ti mismo porque no tienes la culpa.

Martin con los ojos rojos asienta con la cabeza y yo le entrego las sabanas. Le deseo buenas noches y el parecía que por fin había sacado por unos segundos ese gran peso de su corazón. 

Magnanimidad.(Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora