Magnanimidad.(Terminada).

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Al salir de clase, aún seguía haciendo mucho frio. Me pare en el parque y me tome un rico café mientras veía a los niños jugar. Estuve hablando con mis padres por mensajes pero los tres andábamos muy ocupados sin embargo Antonio no me había vuelto hablar desde que me fui, bueno nunca me hablo y si lo hacía me faltaba el respeto pero lo extrañaba un poco. Termine de tomar el café, y me dirigí a la biblioteca llamada Sam, aun sabia porque se llamaba así, que nombre tan raro.

Al llegar, luego de perderme como ochenta veces, entre y habían unas personas tomando algo y un señor que estaba atendiendo a los que quería hacerse socios. El tramite duro unos quince minutos, fue bastante rápido, cuando termino, llego una mujer grande, regordeta, cabello canoso y bastante bajita. Ella me guiaría para saber dónde estaban los libros y todo eso pero su trato fue seco y corto, debió tener un mal día. La mujer se llamaba Samantha, yo pregunte por los libros de historia del pueblo y me dijo rápido, "Planta baja, sector B" yo no pregunte más nada ya que se notaba que quería sacarse de encima a chicos como yo. Me dirigí y mirando todos los libros me olvide por completo de lo que me dijo la bibliotecaria. Los libros me hacen olvidar de todo. Busque hasta que iba por un pasillo con luz amarilla y vi una caja marrón bastante descuidada y con mucho polvo, aun no encontraba el libro que me habían pedido. Sin embargo me acerque a la caja haber que tenía cuando leí el primer libro que estaba arriba de todos, que decía: "Movimiento Negro" me llamo la atención el nombre y me fije en la sinopsis a ver de qué se trataba y después seguía buscando el libro que quería llevar. En la sinopsis decía: Historia de Daplen. Solo llegue a leer esa parte de la sinopsis, en mi cabeza dije: Bingo. Es lo que estoy buscando, me fijo a ver si era de Axl pero el libro estaba tan descuidado que el nombre del autor estaba borroso. Me anime y me lo traje. Tenía que pasar a que me dieran el permiso de llevarme ese libro y como estaban cerrando me apure. Samantha parecía tener algo importante y por eso quería largarse lo antes posible. Yo no pude decirle nada del libro, ella lo anoto sin ni siquiera ver y me dijo, Adiós. Yo me reí y me fui.