Supernova Mannequin - One Shots

Crecer para no equivocarse, o equivocarse para no crecer - Duff McKagan

Título: Crecer para no equivocarse, o equivocarse para no crecer
Fanfic: Duff McKagan (Bajista, Corista, Cantante)
Clasificación: +16
Contenido: Sexual
Sinopsis: La juventud forzada implica correr riesgos. No es el sexo interrumpido en un lugar público, el riesgo es que tu esposa pueda enamorarse de quien acaba de interrumpir.

-¿Entonces cuál prefieres?

-¿De qué hablas?

-¿Con qué posición empezamos, cariño?

-Whaao, Michael. Qué discreto. Ya no hables si no quieres que me prenda en pleno bar.

-Oh, Zay, créeme, es lo que más quiero.

-¿Te volviste loco? ¡Estamos en un bar! Está prohibido.

-Sí, niña, lo sé. Pero los seres humanos somos amantes de lo prohibido. Además, te hace falta un poco de diversión.

-Ya no tengo diecinueve años, Duff. Y tampoco tú, de hecho.

-Sí, confía en que duele que lo remarques.- Duff hizo una sonrisa sarcástica y luego se apoyó en la mesa con los codos. -Además, me refiero exactamente a eso. ¿Dónde está la joven despreocupada y activa que corría de un lado a otro haciendo locuras?

-Creció. Y tú igual. Acéptalo, ya no somos niños.

-¿A quién le importa si nadie lo descubre?

-Duff... Llegamos a casa y es lo primero que hacemos si así quieres.- Zay tocó la nariz de su esposo con el dedo índice, en un gesto juguetón.

-Acabamos de cumplir siete años de casados. Y lo hicimos a nuestros veintitantos. Necesito renovar mi juventud.

-¿Te queda juventud, amor?- Dijo ella mientras rebordeaba el vidrio del vaso con sus dedos, sin mirarlo a los ojos para evitar la mirada asesina. Se llevó la cereza a la boca y fue lo que hizo que el rubio ya no se contuviera. Le señaló los baños con sus ojos, se puso las manos en los bolsillos y se encaminó a ellos.

Zay casi que ni se inmutó por ello, echó una ojeada a su esposo antes de desaparecer tras una puerta y luego a la banda que estaba sonando esa noche, en ese momento. Tomó rápido el poco ron que le quedaba y se levantó mientras tomaba su abrigo.

-Maldición...- Tras un suspiro caminó a prisa tras el baño al que vio que entró su marido.

No le importó que la vieran en ese ese momento, su esposo la tenía algo molesta. La idea en general le encantaba, pero no pensaba que sería buen plan hacer que traspasara la barrera de las fantasías.

Obviamente, la puerta no podía cerrarse con llave, así que la pareja, una vez que se reencontró, solo rogó que nadie entrara.

Zaylee se abalanzó a los brazos abiertos de su esposo en cuanto revisaron que nadie más estaba atendiendo sus necesidades.

El abrigo terminó en alguna parte del suelo, Duff y Zaylee no pensaban en más que en besarse como si fueran a separarlos tras terminar.

Sin perder el tiempo, y es que no tenían demasiado, Duff empezó a acariciar la espalda de su mujer bajo la ropa mientras ella enredaba las manos en el pelo rubio de su esposo con desesperación.

Desde el primer abrazo la morocha sentía el miembro del bajista contra su pelvis, pero no se molestó en que esa fuera su prioridad. Era suficiente con que Duff la hubiera casi arrastrado a eso, saldrían de ahí con al menos una de las dos partes satisfechas, y se aseguraría de ser ella.