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Cena familiar, dos palabras que a Mae no le gustaban tanto si estaban juntas, más si en ella se incluían sus tíos, primos y su maravillosa abuela.

Quien por cierto estaba obsesionada con conseguirle una pareja a la pelirroja, era de las pocas nietas que quedaban solteras y después de tantos fracasos amorosos la mujer estaba empeñada en que ella podría hacerla bien de cupido.

Hasta ese momento nunca había intervenido de forma oficial, simplemente hacía comentarios y cuestionaba en fechas decembrina cuando le presentaría a una pareja estable.

La casa enorme de "Nonna", como solían llamarle, estaba frente a ella, si no fuera porque había tocado el timbre sus piernas ya la estarían llevando muy lejos de ahí.

— Mae-Mae — soltó aquella mujer de cabello cano — ¡que gusto de verte!

— Nonna — le sonrió — también me da gusto verte

— ¿vienes sola?

— sí, mis padres ya están aquí ¿no? — busco con la mirada una cabellera roja como la suya y las canas de su padre

— si, si, están en el patio — la tranquilizó — pero sabes bien que no me refería a eso

Mae suspiro, pensaba que si la distraía con otra cosa no preguntaría, pero a Nonna nada se le escapa.

— ah, sí, vengo sola — se encogió de hombros

— ¿aún no hay ningún chico que ande rondando por ahí? — su nieta negó — sonará extraño, pero me da gusto

Ella frunció el ceño, su abuela le acababa de decir que le daba gusto verla sola, ¿esto era una broma de cámara escondida? O ¿alguna especie de trampa?

— Mae tú sabes que en la comunidad solemos juntarnos las personas mayores, sobre todo las mujeres — continuo — una de mis mejores amigas, Betty, tiene un nieto que es más o menos de tu edad

Ahí estaba la trampa.

— Nonna, no creo que sea necesario

— no, cariño — la interrumpió— ya he hablado con ella y acordamos una cita para ustedes

— ¿que? — la sorpresa se dibujó en su cara — de verdad dudo que él chico esté de acuerdo con esto

— Owen llega en una semana, viene de África así que concordamos una salida después de eso — explicó la mujer paciente

— ¿África?

Mae no atinaba a decirle cosas coherentes, simplemente hacía preguntas de lo poco que estaba llegando a entender, deseaba tanto haberle pedido de favor a Bill que fuera con ella y se presentara como su novio.

— sí, es médico y viajo para hacer un voluntariado en aquel continente — el rostro de Nonna reflejaba una especie de orgullo — vas a ver qué te encantará, aparte de inteligente es muy guapo

— sí, seguro — sonrió sin ganas — iré a buscar a mamá, con permiso

La pelirroja sabía que no podía hacer más nada, su abuela se lo advirtió y estaba cumpliendo su promesa, ahora tendría que salir con el tal Owen para calmar las cosas.

La cena transcurrió bastante más tranquila, la mayoría de sus primos y primas llevaban a su pareja así que de vez en cuando tiraban un comentario para hacer presión en los miembros que faltaban.

Rachael y Mae se ofrecieron a servir el postre, les daría un tiempo a solas en la cocina.

— ¿ya te hablo de Owen? — preguntó su madre — me dijo que te diría nada más llegar

— sí, que es médico como papá y Betty, su amiga, junto con ella habían hecho ya planes — suspiro — ¿te imaginas? Pobre chico, él ahí en África salvado gente y su abuela arreglando un matrimonio — bufo y su madre sonrió — no te burles, en navidades te dirá "vendí a tu hija por una vaca y tres pollos"

— cariño, no exageres, no voy a dejar que te venda a nadie, menos por tan poca cantidad — dejo salir una risa, mientras Mae fingía indignación— simplemente sal una vez con él, si ves que realmente no te llama nada la atención, se lo dices y ya está

— de igual forma tendría que salir con él— jugueteó con las cucharas — Nonna no descansará hasta verme casada y con hijos

— ¿tú quieres eso? — su hija se encogió de hombros— Mae, no necesitas complacer a nadie, solo a ti y si tú quieres casarte y tener hijos, adelante, pero si no, nadie puede decirte que hacer — se acercó para abrazarla — es tu vida, Nonna ya vivió la suya

— supongo

Su madre le dio un sonoro beso en la mejilla para después disponerse a salir de ahí con los platos de pastel, si bien si madre tenía razón y sabía que su abuela por parte materna jamás la obligaría a tener una cita con un desconocido, ahora tenía que seguir las sugerencias de su Nonna.

Salió junto con dos de sus primas al patio trasero, ellas conversaban respecto a la futura boda de otra de ellas mientras Mae se perdía viendo las estrellas, lo bien que la haría volver a hace unos días atrás, el césped bajo su cuerpo, el brazo de Bill protegiéndola y las miradas que le proporcionaba aunque según él, ella jamás se dio cuenta, era lo que necesitaba, "malditos sentimientos" pensó cuando se dio cuenta que de nuevo estaba sonriendo por él, por el recuerdo del castaño en su mente.

Su celular vibró en su pantalón, una llamada entrante de Bill, se levantó enseguida y buscó un lugar lejano a sus familiares.

— ¿Hola? — susurró Mae al teléfono

— ¡Hey! — bajo la voz — ¿por qué susurramos?

— porque no puedo hablar fuerte, no quiero que me escuchen

— ¿estás con alguien? — el pecho de Bill dolió un poco — lo siento no quería interrumpir

— oh no, es una cena familiar pero mis primas están cerca — se sonrojo — ¿está todo bien?

— ah ya veo — sonó un poco más tranquilo — sí, está todo bien, sólo estaba pensando que, si sería buena idea salir mañana, a comer

— ¿cómo en una cita? — la pelirroja se mordió el labio instantáneamente

— si quieres que le digamos así, a mí me gusta la palabra, lo sabes

— no lo sé Bill, tenía que hacer unas cosas, si termino pronto ¿te puedo avisar?

— claro, si, avísame cuando tú estés más desocupada — suspiro — me daría gusto verte sin tener que ir a una boda

Mae ahogo un gritito de emoción, la sonrisa que apareció en su cara le hizo doler las mejillas.

— a mí también — logró decir — me tengo que ir, mi abuela quiere que entremos para algo, te aviso mañana ¿sí?

— estaré esperando ese mensaje, disfruta de tu familia Mae

Ella solo logró decir adiós y colgar para entrar a la casa, la sonrisa no se le había borrado en lo absoluto, su madre codeo a Arthur cuando la vio entrar, se regalaron una mirada cómplice, ella no estaría así si no fuera por solo una razón, que incluía a cierto chico castaño que conocían de hace bastante tiempo; los vio y negó divertida, ellos sabían absolutamente todo.

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